‘Nadie es anexado a la fuerza’, declara Eduardo Pacheco, líder de Cristo Vive en Saltillo

Ante los hechos que se presentaron el pasado fin de semana en la colonia Los Pinos de Saltillo, en donde un hombre prendió fuego al domicilio donde se quedaba, presuntamente para evitar ser llevado por miembros de la comunidad Cristo Vive para ser “anexado”, Eduardo Pacheco, abogado y uno de los líderes de esta congregación, aclaró que “a nadie se lleva a la fuerza”.

Además explicó que en este caso en específico son calumnias por parte de esta persona, reafirmando que “Transformando Vidas” es completamente voluntario y que se basa en el poder del Evangelio de Jesucristo para liberar a las personas de sus adicciones.

TE PUEDE INTERESAR: Cristo Vive compara la homosexualidad con adicciones: San Aelredo

Agregó que este programa no es un anexo como tal, sino que las personas que desean ser ayudadas y sanadas de sus adicciones acuden a la congregación “Cristo Vive” y voluntariamente deciden transformar sus vidas, medio por el cual van siendo guiados.

“Ninguna persona que se ha internado en 25 años lo ha hecho en contra de su voluntad, todas firman un ingreso, si es menor de edad firman los papás, pero, aunque sea menor de edad tiene que aceptar voluntariamente ingresarse”, comentó.

Así que en el caso en concreto de Ángel, el hombre que incendió el domicilio en donde se queda, comentó que nadie ha intentado anexarlo y que lo que relató pudo haber sido una alucinación, ya que no son los métodos ni las formas en las que la casa de rescate Cristo Vive opera.

“Esta declaración que da la persona no corresponde a la realidad, también queremos aclarar que nunca se va a las casas a buscar o llevarse personas, repito, la gente llega por su propio pie, por su propia voluntad a las instalaciones”, agregó.

Finalmente dio a conocer que, a reserva de que se verifique, en muchos de los casos los familiares de las personas con alguna adicción son los que insisten en que acudan a “Cristo Vive” para tratar su adicción, por lo que hay ocasiones en las que se hacen las visitas para realizar la invitación, pero nunca durante la madrugada.