Obras en colonias Mirasierra y Zaragoza de Saltillo, sin prioridad a peatones ni personas con discapacidad
Urbanistas coincidieron en que las obras dejaron de lado la movilidad de personas con discapacidad, además de volver a priorizar al automóvil sobre el peatón
Dos obras de interconexión entre las colonias Zaragoza y Mirasierra, al oriente de Saltillo, fueron entregadas sin considerar a peatones ni a personas con algún tipo de discapacidad.
Tanto la remodelación de la calle 10 como el puente que está a punto de culminar entre ambas colonias no cuentan con infraestructura adecuada para estos dos sectores poblacionales.
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De acuerdo con las propias autoridades municipales y estatales, la inversión fue de 4.8 millones de pesos, beneficiando a 15 mil personas, 420 comercios y 14 escuelas para el proyecto de la calle 10.
Por su parte, el pasado 5 de noviembre, anunciaron el 90 por ciento de avance en la segunda obra en el sector con una inversión de 13.4 millones de pesos, como parte del Segundo Maratón de Obras.
SIN RAMPAS, NI CICLOVÍA, NI LÍNEA TACTOPODAL
Si bien las obras cuentan con banquetas y luminarias, no se les implementó una ciclovía, arbolado, rampas para personas con movilidad limitada ni una línea tactopodal para personas con discapacidad visual.
En un recorrido realizado por VANGUARDIA el pasado martes 7 de noviembre, se observó a personas ya utilizando la banqueta, mientras que otras tantas se vieron en dificultades para transportar carriolas o carritos de compra.
Los aspectos anteriores son aspectos que están publicados en la Guía de Diseño de Infraestructura Peatonal exhibida en el sitio web del Instituto Municipal de Planeación de Saltillo (Implan).
José Ruiz Fernández, presidente de la Asociación Mexicana de Urbanistas en Coahuila, explicó que si bien el “Manual de calles: diseño vial para ciudades mexicanas” y la “Guía de Diseño de Infraestructura Peatonal” no son instrumentos vinculantes para el Municipio de Saltillo, conviene que los criterios que contemplan se tengan en cuenta en la construcción de nuevas calles y la modificación de las existentes.
EL PEATÓN DEBE SER PRIORIDAD
Agregó que además, la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial establece en su artículo 6 la jerarquía de la movilidad, poniendo en primer lugar de prioridad a las personas peatonas, lo que obliga a que toda acción de gobierno en materia de movilidad deba favorecer a estas.
La Guía señala en su página 22 que “las consideraciones de diseño para las personas que tienen limitada la capacidad de movimiento sin ayuda externa son de suma importancia para asegurar que podrán desplazarse fácilmente por las calles sin que su integridad se ponga en riesgo”.
Ruiz declaró además que existen distintas opciones que, desde el diseño, favorecen la movilidad activa, como lo contempla acertadamente la Guía de Diseño de Infraestructura Peatonal del IMPLAN Saltillo.
“Cuando la infraestructura para la movilidad se diseña adecuadamente, a partir de criterios de disfrute y accesibilidad universal, garantiza la inclusión de toda la ciudadanía en esta necesaria dinámica cotidiana de trasladarnos día a día”, mencionó Ruiz Fernández.
Explicó que no hacerlo genera de facto exclusión para las personas usuarias de la vía pública que guardan un mayor nivel de vulnerabilidad, acentuándola y evitando el disfrute de un derecho fundamental consagrado en el artículo 4 de nuestra Constitución.
“La convivencia de las distintas formas de desplazamiento en la vía pública será posible en la medida en que cada expresión de movilidad urbana cuente con la infraestructura y condiciones necesarias para su disfrute de manera segura y equitativa”, detalló.
SERÍA PELIGROSO CIRCULAR ESTA VÍA
Respecto al mismo tema, Sofía Bertello, urbanista con experiencia en la elaboración de instrumentos de planeación y ordenamiento territorial, movilidad y seguridad vial, señaló que debido al ancho de la banqueta, es complicado circular a través de ella.
“No pueden transitar un cuidador y una infancia, no hay espacio suficiente para poder tener un traslado seguro y mucho menos una persona con discapacidad, contemplando el tema de las dimensiones y las texturas que son necesarias para que otros tipos de usuarios puedan utilizarla”, detalló Bertello Hernández sobre la calle 10.
Respecto al nuevo proyecto, declaró que se aprecia “la necesidad de integrar otros elementos en las vías para dar mayor comodidad a las y los peatones, como arbolado”.
Agregó que cabe “considerar elementos que pacifiquen las vías contemplando que es un entorno con distintas actividades y población, sobre todo cercana a equipamiento de educación, priorizando la seguridad de las infancias”.
La urbanista además señaló la falta de señalización tanto horizontal como vertical para mantener la seguridad de los peatones que puedan circular por la calle 10.
Entre los lineamientos de una red de espacios públicos que establece la Guía de diseño de infraestructura peatonal, se encuentra que se deben implementar medidas de reducción de la velocidad del automóvil para garantizar la seguridad de los peatones.
Además, se debe tomar en cuenta la accesibilidad como “la flexibilidad que tendrá la infraestructura propuesta para ser recorrida por todo tipo de peatones, es decir, que tenga rampas, superficies amplias y lisas que permitan el paso de personas con movilidad reducida”.
FALTA DE COORDINACIÓN ENTRE DEPENDENCIAS
Por su parte, Griselda Salas, urbanista y docente de la Universidad Autónoma de Coahuila, lo anterior reflejó una “falta de coordinación entre los trabajos que ya se han realizado a través del tiempo en el Implan versus la ejecución de los mismos”.
Consideró que la pavimentación de la calle 10 fue “una muy buena alternativa de conectividad”, pero “la solución se quedó a medias”, pues la banqueta se hizo “como se han hecho los últimos 50 años”.
Salas, quien asegura circular regularmente por la vialidad, explicó que había una necesidad importante de traslado entre las colonias por motivos de abasto y educación, pues ahora no tienen que trasladarse a vías alternas lejanas o desplazarse al centro para obtener satisfactores o servicios.
Añadió que se pudo haber negociado con los dueños de los terrenos para hacer un proyecto más ambicioso en cuanto al diseño de espacios públicos.
“Yo quisiera que quienes hicieron esta obra que vinieran a transitar a esas calles con bolsas cargadas de mandado sin sombra y corriendo de alguna manera cierto riesgos porque la vialidad nada más es de dos carriles Y pues muchas personas ya lo tomaron como si fuera un bulevar y pasan a alta velocidad”, puntualizó.
