Autorizan permiso para extraer material pétreo del río San Rodrigo en Piedras Negras, a pesar de que es zona de restauración

A pesar de que fue declarado en abril del presente año zona de restauración, el río San Rodrigo vuelve a ser impactado en su zona, luego de que autoridades federales autorizaron una nueva concesión para la extracción de material pétreo, denunciaron ambientalistas.

El presidente de la asociación ambientalista Amigo del río San Rodrigo, Waldo Terry Carrillo, dio a conocer que la Secretaría del Medio Ambiente federal, acaba de otorgar un Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) a una empresa para que extraiga de afluente más de seis mil toneladas de piedra y arena.

“Hacemos un llamado a la Semarnat para que respete la orden del presidente Andrés Manuel López Obrador de respetar las políticas ambientales entre las que destaca la Agenda 2030, en el que establece que para el 2020 se tiene que dar cumplimiento a la restauración de los ríos”, mencionó.

Por oro lado- añadió-, en el Plan Nacional de Desarrollo se establece lo mismo, pero para el 2021, en el que refiere que los ríos, cuerpos de agua y lagos, tendrán que estar en un proceso de restauración, lo que con este permiso que se le da a la empresa para que extraiga material del río San Rodrigo va en contra de los preceptos ambientales. 

“En materia ambiental el presidente dice una cosa, y las dependencias dicen otra”, aseguro el presidente de Amigos del río San Rodrigo.

Reitero que se oponen resolutivo de Manifiesto de Impacto Ambiental y a la concesión de cinco años que le otorgaran a la empresa Materiales San Rodrigo para que explote tres millones de toneladas. 

Cinco empresas que tienen concesión, anualmente en la cuenca baja del río San Rodrigo se extraen 527 tráileres diarios de piedra (6 millones de toneladas), más lo que se sumen con el permiso que acaba de otorgar la Secretaría del Medio Ambiente.

Finalmente señalo que hay lomeríos o cerros que es el 70 por ciento de donde se puede extraer material para construcción, sin embargo, los concesionarios no quieren invertir en lavar el material, prefiriendo hacerlo de la manera más fácil que es extrayendo de los ríos o arroyos.