Reprueban distinción a la coahuilense Ecolimpio como Empresa Socialmente Responsable
COMPARTIR
Como una farsa calificó el colectivo “Sí a la Vida” el estado de derecho en el país, luego de que el Grupo Ecolmpio recibiera, por segunda ocasión, el distintivo de Empresa Socialmente Responsable, entregado por dos instituciones en México.
La condecoración reconoce a esta compañía, concesionaria del polémico basurero de residuos tóxicos en la localidad de Noria de la Sabina, General Cepeda, como un referente en el manejo adecuado de residuos industriales, que destaca por sus procesos innovadores y valiosas alternativas ambientales en pro de la preservación y cuidado del medio ambiente.
TE PUEDE INTERESAR: Reconocen a Ecolimpio por segundo año con distintivo ESR 2023
La presea fue recibida el pasado mayo por directivos de Ecolimpio de manos de las instituciones Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI) y la Alianza por la Responsabilidad Social Empresarial en México (AliaRSE) durante XVI Encuentro Latinoamericano ESR celebrado en el World Trade Center (WTC) de la Ciudad de México.
“Y nosotros como colectivo ‘Sí a la Vida’ nos preguntamos, ¿con qué autoridad, con qué calidad ética estas instituciones le dan este reconocimiento a una empresa que, de facto, está clausurada, porque la clausuró Profepa y que, sin embargo, sigue operando prácticamente en la ilegalidad y en la clandestinidad”, dijo José Luis García Valero, vocero de “Sí a la Vida”, organización en favor del agua y el medio natural de ejidos de General Cepeda.
La historia de la lucha del colectivo por parar la instalación y operación del tiradero de Ecolimpio se remonta a 2015, cuando sus activistas interpusieron el primer juicio de nulidad ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, contra SEMARNAT, impugnando la legitimidad del permiso que esta Secretaría le había concedido a la empresa para construir y operar el basurero tóxico, juicio que “Sí a la Vida” ganó.
“Hubo una sentencia favorable a nosotros y sin embargo la autoridad no ejecutó la sentencia, o sea la sentencia no sirvió para un carajo”.
Después, “Sí a la Vida” metió un segundo juicio de nulidad que también resultó favorable a su causa, pero la sentencia, que salió a principios de 2020, tampoco fue ejecutada por las autoridades que usaron como pretexto la pandemia del COVID-19.
“Sin embargo, en ese lapso de tiempo le tumbamos a la empresa dos Manifiesta de Impacto Ambiental y metió un tercer MIA”.
La administración del presidente Andrés Manuel López Obrador se la negó.
“Entonces no tiene MIA, por eso decimos nosotros que es tres veces ilegal porque nosotros le ganamos dos MIAS y SEMARNAT le ganó la tercera”.
No obstante, todo lo anterior Grupo Ecolimpio, sigue operando en Noria de la Sabina, lo cual, dice José Luis, habla a las claras, de cuál es el significado real del llamado estado de derecho, “que sirve para dos cosas: para nada y para nada”.
Luego de las clausuras del confinamiento se supo extraoficialmente que Ecolimpio se presentó a la autoridad ambiental para solicitar le concediera permiso de terminar con los contratos que ya tenía firmados.
“Por debajo de la mesa le dijeron que sí. Esto es de risa loca”.
Más tarde volvió a presentarse a la SEMARNAT para pedir le permitiera procesar lo que ya había recibido en sus instalaciones.
La dependencia le dio luz verde.
“En esas condiciones, en ese batidero, AliaRSE y la SEMEFI le dan un reconocimiento de empresa socialmente responsable a estos bandoleros”, reprochó José Luis García.
Y advirtió que aunque el reconocimiento no tiene ninguna validez oficial ni es vinculante, dice mucho de la mafia que está adueñada del poder político y económico en México.
“Y los que pagan los platos rotos de este desaseo, de este cochinero, obviamente son los pueblos empobrecidos, explotados, los campesinos a los que están forzando a que abandonen sus comunidades y que se convierten en mano de obra barata de esa misma mafia”.
Señaló que actualmente este confinamiento, uno de los tres que operan en el país, sigue impactando el medio ambiente de la región con repetidos incendios, explosiones y emanaciones de olores nauseabundos que diariamente se extienden 20 kilómetros a la redonda por la zona.
“Sabemos que hay chiquillos con problemas en la piel, en los ojos, en la laringe, en los oídos, con dificultades respiratorias. Estos empresarios con tal de hacer dinero no tienen empacho en destruir a la nación”, acusó.