¿Rotondas vehiculares en Saltillo? Son una oportunidad para favorecer peatones
“Acompañada de una muy bien pensada política de movilidad que analice toda el área de influencia”, las rotondas son una oportunidad para reducir la velocidad y se mejore la presencia de los peatones en las calles
Expertos en urbanismo consultados por VANGUARDIA coincidieron en que Saltillo tiene una oportunidad de mejorar la infraestructura en favor de los peatones a través de las rotondas.
Si bien en la ciudad existen, como la que se encuentra en el cruce del bulevar Mirasierra con el bulevar Revolución o el que cruza a los bulevares Humberto Cid González y de la Canadá frente al fraccionamiento Parques de la Cañada.
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No obstante, los expertos indicaron que sí es un tipo de infraestructura que prioriza y favorece a los peatones.
La urbanista Sofía Bertello indicó que una de las ventajas de las rotondas es la reducción de la distancia entre los cruces y los tiempos de exposición de los usuarios más vulnerables.
“Brindan seguridad, calidad de espacios centrales abiertos, se garantizan accesos seguros reduciendo velocidades y brindas visibilidad entre los distintos movimientos entre los que ingresan y los que salen (de la vialidad)”, indicó Bertello, quien cuenta con experiencia en la elaboración de instrumentos de planeación y ordenamiento territorial, movilidad y seguridad vial.
Por su parte, José Ruiz Fernández, presidente de la Asociación Mexicana de Urbanistas en Coahuila, explicó que las rotondas agilizan el tráfico vehicular al prescindir de semáforos, además de que por diseño provocan una reducción natural de la velocidad que hace los cruces más seguros para expresiones de movilidad no motorizada.
“Estas opciones son buenas oportunidades para que las ciudades medianas, que aún no tienen los problemas de movilidad motorizada de las grandes ciudades, puedan contar con esta infraestructura que tantas ventajas presenta, por supuesto, acompañada de una muy bien pensada política de movilidad que analice toda el área de influencia”, indicó el también docente de la Facultad de Arquitectura Unidad Saltillo de la Universidad Autónoma de Coahuila.
IMPORTANTE REDUCIR VELOCIDAD
Como ha publicado VANGUARDIA en anteriores ocasiones, la reducción de la velocidad en las calles es importante para reducir la probabilidad de una fatalidad en caso de una colisión.
Los investigadores Stephen Ashton y Murray Mackay de la Universidad de Birmingham mostraron en 1978 que la probabilidad de lesión por atropellamiento es directamente proporcional a la velocidad de los automóviles.
Por lo tanto, si un automóvil viaja entre 50 o 60 kilómetros por hora, tiene un 25 por ciento de probabilidad de causar una lesión fatal. Si la velocidad supera los 70 kilómetros por hora, la probabilidad aumenta al 100 por ciento.
El pasado martes 17 de octubre un hombre -sin identificar hasta el momento de esta redacción- falleció luego de ser atropellado por un taxi en el bulevar Emilio Arizpe al sur de Saltillo.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), tan solo el año pasado murieron 15 peatones y tres ciclistas en accidentes de tránsito en todo Coahuila.
En ese sentido, Ruiz indicó que las glorietas reducen también los puntos de conflicto vial, al generar trayectorias no lineales que reducen la velocidad y favorecen la visibilidad, por lo que baja el riesgo de impacto.
Bertello indicó que no todas las intersecciones necesitan glorietas, pero para ello deben evaluarse los conflictos y sus dinámicas para además determinar cuánto podría invertirse en cada intersección.
PODRÍA MEJORAR EL PAISAJE URBANO
Ruiz, por su parte, declaró que las rotondas generan una excelente oportunidad para mejorar el paisaje urbano con la posibilidad de colocar árboles en el centro de estos puntos, con posibilidad de instalar pequeños jardines de polinizadores.
En ese sentido, Bertello declaró que en su diseño, las glorietas deben contemplar el acceso a la parte central de las mismas “tomando en cuenta el volumen vehicular y la existencia de cruces peatonales, la cantidad de carriles”.
ACOSTUMBRAR AL AUTOMOVILISTA
Respecto a procesos de socialización, Bertello no consideró complicado acostumbrar al automovilista a usar rotondas “si cuenta con todos los elementos de la infraestructura y que al mismo tiempo se acompañe con aspectos complementarios como educación vial”.
Por su parte, Ruiz mencionó que las rotondas podrían causar accidentes si no se socializa bien la dinámica de flujo de los distintos carriles y sus preferencias de paso.
“Por supuesto, (las rotondas) también presentan algunas desventajas, aunque generalmente estas derivan de un control deficiente de velocidades y de señalización inadecuada o ausente. Entre estas se encuentra la dificultad para el paso peatonal cuando no se establecen reductores de velocidad o señalización de prioridad peatonal”, puntualizó Ruiz.
CASOS DE ÉXITO
Tomando en cuenta ciudades en México, Ruiz calificó que ciudades medianas como Mérida en Yucatán “han adoptado con éxito este elemento urbanístico”, aunque también lo han logrado grandes ciudades como Guadalajara y la Ciudad de México.
A nivel mundial, en una comparativa que hizo el periodista estadounidense Erin Davis con ciudades de Estados Unidos y Canadá, la que cuenta con mayor número de rotondas es Carmel en el estado de Indiana con una rotonda por cada 17 intersecciones.
Le siguen Nantes, en Francia, con una cada 23 intersecciones, Madrid, con una cada 30 y Alicante en España con una cada 33.