Saltillo acoge exposición histórica de monedas y billetes que conmemoran la reforma monetaria de México
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La historia de la economía mundial se concentró este viernes en la capital coahuilense, sede de una muestra previa a la LXXIV Convención Numismática Internacional, que se realizará en el mes de septiembre en la Ciudad de México y conmemorará el 30 aniversario de la entrada en vigor de la reforma que dio una nueva unidad monetaria al País.
Monedas y billetes de todo el mundo, en níquel, bronce, cobre, plata y oro están a la venta y demostración de aquellas personas a las que no solo les gusta coleccionar estos ejemplares, si no que también han encontrado una especie de ahorro, pues con el tiempo, el 80 por ciento de las piezas incrementa de valor.
“Para que una pieza numismática tenga valor, necesita dos cosas, la escasez de la misma y la demanda”, detalló Manuel Fregoso, asesor numismático, originario de Jalisco, “lo importante es que estén en una condición perfecta, o en lo mejor posible, para que las piezas siempre tengan un valor superior”.
Este rubro de coleccionistas considera de vital importancia la numismática, porque guarda la historia económica de un País, de una región. Además, entre las piezas expuestas se pueden encontrar otros objetos valiosos como bonos, fichas de casinos, relojes y medallas de condecoración, no solo nacionales, también internacionales.
De acuerdo con el asesor numismático, la inflación de los años 80 en México, generó que al terminar esa década, los precios y las cifras monetarias se expresaran en decenas y centenas de miles, lo que impactó a los billetes y monedas en circulación, los cuales desaparecieron.
“En el caso de los billetes, varios fueron sustituidos por monedas, perdieron elementos de seguridad al depreciarse su poder adquisitivo, y se emitieron nuevas piezas de alto valor facial”, explicó.
Esta problemática, llevó a las autoridades financieras a impulsar una reforma cuyos objetivos, señalaba el Banco de México, eran: reducir la magnitud de las cifras en moneda nacional, mejorar su comprensión y manejo, simplificar las transacciones de dinero y lograr un uso más eficiente de los sistemas de cómputo y de registro contable.
La iniciativa correspondiente fue presentada al Congreso de la Unión por el presidente de la República en junio de 1992. Sus objetivos fueron: crear una unidad monetaria y fijar las características de las monedas metálicas y la emisión de nuevos billetes.
La iniciativa fue aprobada en el mismo mes de junio. Publicados los decretos, se señaló como fecha de entrada en vigor el 1 de enero de 1993. A partir de esa fecha, se comenzaron a poner en circulación los billetes y monedas de esta nueva unidad monetaria que equivalía a mil pesos anteriores, pero conservaba el nombre de peso.
Para distinguir la moneda antigua de la nueva, durante un periodo transitorio del 1 de enero de 1993 al 31 de diciembre de 1995, su nombre era nuevo peso y su abreviatura, N$. La última etapa de esta reforma fue la adopción del nombre peso nuevamente, a partir del 1 de enero de 1996, bajo la cual hasta la fecha sean emitido diversas familias de billetes y varias monedas.