Saltillo, escenario de amores viajeros, migrantes y caravaneros

Brieida Flores identificó que las mujeres migrantes son violentadas a través del amor en un contexto donde la desigualdad, invisibilidad, y subordinación ante los hombres cobran matices más fuertes. Al desarrollarse fuera de su lugar de origen, la vulnerabilidad se multiplica.

“Al migrar no ponen en pausa los sentimientos, y hay un fenómeno en particular que se llama amor caravanero, ya documentado por el Colegio de la Frontera Norte, y se refiere al amor en la migración.

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“Las chicas exponen que están conscientes que no será un amor eterno, sino fugaz, pero ese amor las ayuda a sobrellevar las experiencias que pueden ser traumáticas por el contexto en que se da la migración”, dijo Briseida Flores, quien actualmente estudia la maestría en Desarrollo Social en la Universidad Autónoma de Coahuila.

Sin embargo, este amor no se escapa de los fuertes estereotipos. “Este amor está influenciado por lo que se espera de ti, al estar en una sociedad que obliga a relacionarse con hombres. La cuestión romántica y del amor pasional están fuertemente cargados de prejuicios. y en el tema de la migración están presentes, pero es más difícil dimensionarlo y estudiarlo”.

Analizar el tema no ha sido fácil por la diversidad de edades, tipos de migración y lugar de origen.

CARAVANAS MIGRANTES

A partir de 2018, México empezó a registrar la movilidad organizada. Miles de personas cruzan el País con el objetivo de llegar a Estados Unidos.

De acuerdo con el libro Caravanas Migrantes, editado por El Colegio de la Frontera Norte, las caravanas surgen para tratar de disminuir los riesgos y están integradas por hombres, mujeres y niños.

Saltillo y Piedras Negras son municipios clave para la migración. En Saltillo porque se está a cinco horas de la frontera y en Piedras Negras solo los separa un río, por ello la importancia de analizar este tipo de movilidad desde diferentes enfoques.

“Escogí el amor porque he visto que es el tema predilecto de las mujeres”, indicó Briseida Flores.

La investigadora trata de establecer la relación que hay entre dos violencias estructurales: el amor a través del patriarcado, y la migración a través del Estado.

“En el caso del amor romántico o de pareja, el problema es que todas estas formas de amor están impregnadas por el patriarcado o por estas formas nocivas que privilegian al hombre, sus necesidades e intereses, y en consecuencia hacen que la mujer no tome en cuenta esta situación y no externen sus necesidades”, explicó.

EL ENGAÑO DEL AMOR

El amor caravanero es solo uno de los tipos en que se puede entrelazar el amor y la migración.

“También pasa en las redes de trata de personas, porque es el amor uno de los modus operandi: ir a captar mujeres enamorándolas, prometiendo estabilidad emocional y prometiendo confort que no tienen en sus familias. Hay casos donde se cansan y las llevan a otro lugar para ejercer la violencia sexual. Entonces es migración y todo inicia con un enamoramiento”, describió.

Briseida Flores dijo que en estos casos no suele darse importancia al inicio y la forma que se facilitó este delito. “Ella tenía una ilusión: ser amada. Y se utiliza algo tan sagrado como es el amor para pervertirlo y obtener dinero”.

Briseida Flores, indicó que existe otro tipo de amor donde converge con la migración y es puede darse sin que haya violencia o dolor. Conforme haya concientización del problema se podrá reducir la brecha de desigualdad, “cuando se tienen las herramientas necesarias para que funcione”.

Se prevé que la investigación concluya en 2025 y pueda dar luz a este problema y comprender cómo afecta el tema de desproporcionalidad a las mujeres, cuáles son los elementos culturales que derivan en este fenómeno, que hace que el amor se torne impedido, negativo o dañado por constructos sociales machistas.

“Yo creo que los hombres no son conscientes de cómo aman, pero si culpables... Hay que reaprender a expresar lo que sentimos, cómo actuamos, y para ello es necesario visibilizar y entender el problema”, finalizó.