Saltillo: Julián Gómez, un papá soltero extraordinario en tiempos difíciles

A pesar de las dificultades, la relación entre Julián y Ariel floreció, creando un vínculo fuerte y especial

Coahuila
/ 14 junio 2024
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En una modesta casa de Saltillo, llena de recuerdos familiares, vive Julián Gómez, un hombre de 65 años que se convirtió en padre por tercera vez a los 50. Su historia es una prueba de la resiliencia y el amor incondicional que definen la verdadera paternidad. Con la llegada de Ariel, ahora de 15 años, Julián asumió el papel de padre y madre, enfrentando desafíos que pocos imaginan.

Julián es un padre soltero. Las circunstancias lo llevaron a separarse de su primera pareja, con quien tuvo dos hijas. Años después, con una nueva relación, llegó Ariel. La madre de Ariel abandonó a la familia cuando el niño era muy pequeño, dejando a Julián solo con la responsabilidad de criarlo. “Prácticamente llegó diciéndome abuelo, así me llamaba la gente y mis conocidos”, comenta Julián con una sonrisa nostálgica.

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$!Su hija Gabriela comenta: “Estoy muy feliz de que mi papá haya tenido otro bebé porque creo que es lo que lo ha sacado adelante”.

La vida de Julián cambió radicalmente al quedarse solo con Ariel. “Mi reto más grande fue tener que hacerla de papá y mamá”, explica. La realidad de ser el único responsable de la alimentación, la ropa y la educación de su hijo fue abrumadora. Ariel incluso tuvo que pasar un tiempo en una casa hogar para que Julián pudiera trabajar. No por abandono, pero tuve que meterlo en una casa hogar porque no podía desempeñar mi trabajo y recogerlo de la escuela al mismo tiempo”.

A pesar de las dificultades, Julián nunca perdió la esperanza. Su trabajo le permitió pasar tiempo de calidad con Ariel, y la relación entre ellos floreció. Ariel, un joven serio y de pocas palabras, describe su relación con su padre como excelente. “Somos amigos. Yo le digo: somos tú y yo nada más aquí en la casa, tenemos que llevarnos bien, tenemos que vernos como amigos”.

Julián recuerda con cariño los momentos más preciados con sus hijos, desde las bodas de sus hijas mayores hasta las graduaciones de Ariel. “Uno de mis recuerdos más especiales fue cuando Ariel cumplió 15 años. Le hicimos su fiesta con mariachis, misa y baile del billete. Toda la familia se organizó para celebrar con él, y eso me llenó de alegría”.

$!La vida de Julián cambió drásticamente al quedarse solo con Ariel, asumiendo todas las responsabilidades parentales.

El amor de Julián por sus hijos es evidente. “Mi visión de la paternidad no cambió cuando supe que iba a ser papá otra vez a los 50. Me siento muy feliz de tenerlos a todos”. Su hija Gabriela comenta: “Estoy muy feliz de que mi papá haya tenido otro bebé porque creo que es lo que lo ha sacado adelante. Ariel es el motor de mi padre, y estoy muy contenta de que esté en nuestras vidas”.

A pesar de los años y los desafíos, Julián sigue firme en su papel de padre. “Mi mayor ilusión es que Ariel estudie y se mantenga en el camino correcto. Quiero que mis hijos me recuerden como un buen padre, alguien que siempre dio lo mejor de sí”. Su consejo más valioso, heredado de su propio padre, es simple pero poderoso: “Nunca dejes de trabajar porque es lo que te distrae y te mantiene enfocado”.

La historia de Julián y Ariel es un testimonio del poder del amor paternal y la fortaleza ante la adversidad. En este Día del Padre, Julián no solo celebra su rol como padre, sino también la unión y el amor que ha cultivado en su familia. “Yo me siento un padre muy padre porque convivo mucho con ellos. Tenemos una familia muy unida y nos queremos mucho”.

$!Julián, padre soltero, con Ariel, en su vivienda.

Este domingo, mientras muchas familias se reúnen para celebrar, Julián y Ariel disfrutarán de la compañía de seres queridos que los aprecian y los invitan a compartir momentos especiales.

Julián, con su corazón lleno de gratitud y amor, se prepara para otro día con su familia, recordando que, a pesar de los desafíos, ser padre es el mayor regalo que la vida le ha dado.

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