Saltillo: segunda ola del nearshoring no será como la primera: Grupo Amistad

La coyuntura política y económica en Estados Unidos ha provocado una desaceleración en las inversiones de empresas internacionales en la región de Saltillo, de acuerdo con José Luis Benítez, director de Ventas y Relaciones Públicas de Amistad Industrial Developers.

El directivo señaló que, si bien el interés de las compañías persiste, estas han sido más cautelosas en sus decisiones debido a la incertidumbre sobre posibles cambios en las políticas arancelarias del vecino país del norte.

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En entrevista con VANGUARDIA, Benítez advirtió que la llamada segunda ola del nearshoring no tendrá la misma fuerza que la primera.

“Varios colegas y miembros del gremio industrial coinciden en que México seguirá siendo atractivo para la inversión extranjera, sobre todo en lo que llaman la segunda ola del nearshoring. Sin embargo, yo soy más prudente: considero que ya no llegará con la misma energía ni con el mismo rigor. Será importante que tanto las empresas como el país se conduzcan con mesura”, expresó.

Agregó que existe plena confianza en las acciones del Gobierno de Coahuila para atraer inversiones, por lo que el grupo se mantiene en espera de la llegada de nuevas compañías.

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Benítez apuntó que las inversiones de origen chino en México continúan, aunque no con la misma rapidez ni el mismo volumen de años anteriores. No obstante, las empresas ya instaladas en el país se consolidan, mientras que las de reciente llegada muestran una preparación más sólida.

“Las empresas chinas establecidas en México siguen creciendo porque cumplen con las condiciones del T-MEC: pagan impuestos y utilizan el contenido regional que se exige. Además, las nuevas compañías llegan más informadas, entienden los tiempos y esto nos da confianza en que China seguirá invirtiendo en México”, comentó.

Sobre la ocupación de naves industriales en la región sureste de Coahuila, señaló que la tasa de disponibilidad —que en 2024 fue de apenas 1 por ciento— podría ubicarse entre 6 y 10 por ciento al cierre de este año y durante el primer trimestre de 2026.

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“En Saltillo, la tasa pasó del 1 por ciento a un franco incremento. Varias desarrolladoras industriales siguen construyendo gracias al impulso del año pasado. No obstante, con la llegada de nuevas empresas, podría estabilizarse en un 5 por ciento. En otras ciudades, como Monterrey, Chihuahua o Juárez, la disponibilidad ya supera el doble dígito”, concluyó.