Acuden cientos a quema de Judas a El Tunal, ejido de Arteaga
Dan toque divertido al Sábado de Gloria habitantes de ejidos de Arteaga
Cada año hasta El Tunal, en Arteaga, llegan miles de personas de ejidos cercanos y de varias partes de Coahuila para presenciar la quema de Judas y el desfile chusco, con lo que celebran el Sábado de Gloria.
Don Benigno Flores es el iniciador de esta tradición que nació hace 36 años, al puro estilo de lo que aprendió en la Universidad Agraria Antonio Narro en su época de estudiante; ahora alienta a jóvenes y niños a participar vestidos de mujeres.
Con pelucas de colores, vestidos cortos, tacones y bien maquillados, una decena de hombres recorre la calle principal del ejido que cuenta con poco más de 800 habitantes, sumando a las cabeceras ejidales que conforman una comunidad de al menos 2 mil personas; a su paso, cientos de familias se divierten viendo a los chicos que sacan a bailar a los jefes de familia, Después del baile, deben dar dinero para apoyar a la quema del chamuco.
Armando tiene 8 años, desde el año pasado “se animó” a participar vestido de niña, porta un vestido rojo con blanco, una larga cabellera roja, y es el primero en asaltar a los niños vaqueros, los invita a bailar y al final se gana unos pesos.
“Me gusta participar porque es divertido, correteo a los niños que no quieren bailar conmigo, les da pena pero al final entienden que estamos jugando”, dijo el pequeño quien a ratos se acercaba a su madre, quien le retocaba el maquillaje y le acomodaba la peluca.
El recorrido por las calles de El Tunal dura poco más de 3 horas, porque no solo es baile y risas, también hay poesía, “Don Nino” como todos llaman a Benigno Flores, realiza más de 30 rimas, una para cada personaje importante del pueblo. Dueños de tiendas de abarrotes, el doctor, los trabajadores más longevos, todos reciben un verso con alguna anécdota, recuerdos de la niñez y hasta chismes alegran el paso por cada vivienda de la cabecera ejidal.
Don Benigno recuerda la época en la que desfilaba, asegura que la tradición “nutre a los jóvenes y ayuda a acercar a todo el pueblo, hacemos que se diviertan un rato, a los muchachos no les da pena vestirse de mujer y echar relajo”, señaló.
“Yo traje esta tradición para acá, de la Narro, nosotros ya casi cumplimos 40 años haciéndolo, también lo hacen allá en San Antonio (de las Alazanas) pero es una tradición nuestra 100 por ciento”, aclaró.
Este desfile chusco y musical, termina en la plaza principal con la quema del chamuco que este año lució un terrible rostro azul, vestido de vaquero, con botas bien boleadas y una guitarra en mano, fue colocado ante los cientos de espectadores que disfrutaron de la representación de doblegar al mal, “pues el diablo ha sido vencido y nos quedamos con la diversión que tenemos en familia cada vez que es Semana Santa”, recalcó don Nino.
Así, cada Sábado de Gloria miles de personas llegan hasta este pueblo que yace en medio de los cañones de la Sierra de Arteaga, y no solo disfrutan los locales, sino que estos días vuelven a su tierra cientos de familias que migraron hace décadas a Estados Unidos, y que usan “la quema del chamuco” como el pretexto perfecto para visitar a sus padres y conocidos antes de volver al país vecino.