Aprovechar la AI y llegar a 500 mil visitantes al año, los retos del Museo del Desierto en Saltillo
Arturo González charló con VANGUARDIA sobre los principales retos que ha enfrentado el Museo del Desierto en sus 25 años de existencia, así como la visión que se tiene a futuro
En el marco del 25 aniversario del Museo del Desierto (Mude) en Saltillo, VANGUARDIA charló con su director general, Arturo González González, quien habló sobre el origen del recinto, los retos que han afrontado y la visión hacia el futuro.
Aseguró que uno de los principales desafíos que han podido superar es la independencia financiera, situación que se complicó con la pandemia por la Covid-19, mientras que a futuro buscan aprovechar las herramientas de la inteligencia artificial y alcanzar los 500 mil visitantes anuales.
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El origen del Mude es descrito por Arturo González como una serie de afortunados acontecimientos, pues a finales del siglo pasado las planas del país se llenaron de descubrimientos de dinosaurios gracias a la expedición que hizo el Royal Ontario Museum de Canadá.
Entonces surgió una “muy atinada” idea del entonces gobernador de Coahuila, Rogelio Montemayor Seguy y su secretaria de Cultura, Magdalena ‘Magolo’ Cárdenas quienes se dejaron influenciar por distintos proyectos.
El exgobernador contó en 2021 que investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) descubrieron fósiles de dinosaurios en el ejido Rincón Colorado del municipio de General Cepeda, por lo que era necesario tener un espacio dónde albergar esa riqueza paleontológica.
“Fuimos a conocer el Arizona Sonora Desert Museum, que es un museo muy emblemático y del cual nos nutrimos mucho, y se visitaron otra serie de museos y se analizó si era nada más un tema de dinosaurios o si valdría la pena abrirlo más a una idea de un ecosistema, que al final fue la que atinadamente el doctor Montemayor sugirió que pudiera ser la que quedara”, contó González González.
Entonces fue clave la participación de Magolo Cárdenas en calidad de secretaria de cultura y de Óscar Pimentel González quien entonces fungía como secretario de educación de Coahuila.
Además Cárdenas fue la primera directora y destacó la importancia de los recursos públicos y privados que aportaron tanto el gobierno estatal como empresas de renombre como Altos Hornos de México, Cemex, Vitro y Chrysler.
“El tema de los dinosaurios ayudó mucho a que naciera como un centro de investigación, que no solamente se quedara en un museo estático, sino que realmente tuviera un laboratorio de paleontología, tuviera laboratorios de cultivo de tejidos, pudiéramos presentar animales vivos como los perritos de la pradera, que fueron los primeros animalitos vivos que tuvimos aquí”, explicó González.
También contó que el espacio donde se creó era una zona marginada donde se ubicaban varios basureros, pero con potencial de hacer jardines botánicos con los cactus que ya existían en el sitio.
COMUNIDAD CIENTÍFICA CONSOLIDADA
Uno de los aspectos que más destacó Arturo González respecto a la labor que ha hecho el Mude en los 25 años de su existencia en materia de conservación y divulgación científica.
En particular platicó el caso del lobo mexicano, pues el Museo se sumó a su programa de protección cuando quedaban cerca de nueve ejemplares y ahora hay más de 300 en libertad entre México y Estados Unidos.
“El Museo del Desierto ha sido la institución que más lobos mexicanos ha reproducido de México. Poner atención en las necesidades del ecosistema fue la clave para poder encontrar cómo podía servirle un museo a su comunidad”, comentó González.
Añadió que en ese sentido, hoy en día el problema de fauna que se vive es con el Oso Negro pues moviéndose de montaña a montaña son cerca de 50 los atropellados que terminan en el Mude.
En ese sentido destacó que los científicos que trabajan en el Museo han publicado cerca de 300 artículos en revistas de renombre internacional como Nature o Science.
“El museo ha crecido un 300 por ciento de 5 mil hectáreas que teníamos al inicio a casi más de 15 mil que tenemos actualmente en diferentes áreas de exhibición. Entre el crecimiento del museo y la renovación de los espacios dentro del museo, que es casi del 80 por ciento, es un museo que siempre está pulsando porque tiene a sus científicos, que son las personas que generan las historias, para que esas historias, como todo un proceso vivo, como es nuestra cultura, se vaya entendiendo correctamente. Entonces eso ha sido fundamental”, apuntó González.
LA ECONOMÍA, PRINCIPAL RETO
Para González, el principal reto que se vivió durante estos 25 años fue el económioco pues siempre se tuvo en mente logral la autosuficiencia para no depender de los gobiernos en turno.
Indicó que se logró tras 24 años, aunque la pandemia fue un tramo complicado donde se tuvieron que reducir los sueldos en un 30 por ciento y depender del programa de lealtad con los proveedores para seguir alimentando a los animales.
“Estos próximos 25 años van a ser fundamentales porque ya tenemos un remanente. Somos una asociación civil, no somos un un negocio. Aquí el dinero no es para beneficiar a nadie, aquí el dinero se utiliza para mejoras en el Museo, antes era para sobrevivir prácticamente, ahora ya tenemos un poquito para invertir en mejoras que nos van a ayudar en temas de ser más eficientes en los recorridos, en tener otras áreas nuevas de exhibición”, apuntó González.
Otro de los retos a futuro que vislumbra el Mude es la situación climática extrema, donde el recinto tiene que ser punta de lanza para entender las afectaciones por el calentamiento global y la pérdida de especies y ecosistemas.
En ese sentido afirmó que está en planes un herbario donde se tingan colecciones de plantas para garantizar que no se pierdan en el futuro.
Tomando en cuenta que el 72 por ciento de los visitantes que tiene el Museo son provenientes de Monterrey, se buscó siempre mantener un estándar de calidad que pudiera satisfacer las necesidades y las exigencias de un público acostumbrado a un nivel importante de calidad.
TECNOLOGÍA, OPORTUNIDAD A FUTURO
González comentó que la implementación y el aprovechamiento de la tecnología son aspectos clave que se tendrán en cuenta para el futuro del Mude.
Detalló que en próximos años se contará con un sistema de Internet que permitirá la interactividad con las piezas con las que cuenta el museo.
“La inteligencia artificial va a hacer la mayoría de las tareas que tenemos que hacer. La gente va a tener más tiempo libre, vendrá a estos espacios, entenderá las cosas de otra manera. Necesitamos hacerlo menos cansado en términos de caminata y tener más maneras de hacer recorridos pequeños y que no te desgaste tanto”, explicó González.
No obstante también destacó la importancia de los museos como espacios que albergan la evidencia física del tiempo.
“Todo lo que pueda pensar la inteligencia artificial se basó en lo que se tejió en museos y en colecciones que son referencias de la materia, de lo real, y no es el etéreo como el tiempo. Entonces por eso se vuelven tan importantes espacios como los museos, porque en este mundo que va tan rápido y que se está transformando en unos cíceros, pues el que puedas engañar, mentir o de alguna manera utilizar la ignorancia de algunas personas puede ser muy grave. Y los museos vamos a hacerles referencias a la materia, porque aquí es donde están las colecciones de los minerales, de los meteoritos, de los dinosaurios por supuesto”, apuntó.
Arturo González comentó que los datos que se han recopilado a lo largo de 25 años van a servir para generar mejores campañas publicitarias y llegar a la meta de 500 mil visitantes al año.
En ese sentido se busca generar un polo de cultura que en dos o tres años sea un punto de encuentro para que la visita de un día al Museo se vuelva de dos o tres en Saltillo con hoteles y paseos temáticos hacia otros municipios.
“Lo que hemos analizado es que claramente esta zona de México se está desarrollando económicamente muy rápido. Eso está logrando que venga mucha gente y mucha gente primero quiere conocer a dónde llega, pero también necesita esparcimiento. Para lograr esos números habrá que tener la atractividad en las cosas con la vanguardia, con lo identitario y lo de la región.
“No es la idea copiar a Disneylandia o copiar a Xcaret. Somos el desierto, vivimos aquí y queremos entender dónde vivimos y que nos guste y nos enorgullezca vivir en donde vivimos, porque claramente todo tiene historias fabulosas que contar”, apuntó González.
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