Crueldad animal: perro con 400 garrapatas es abandonado y muere en Saltillo

En Saltillo, un caso de crueldad animal estremeció a la Fundación Corazón Patitas luego de que un hombre abandonara a un perro enfermo frente al domicilio de una de sus integrantes. El animal, famélico y deshidratado, intentó seguirlo mientras subía a su camioneta, pero poco después murió solo en la banqueta.

La rescatista, quien atiende a 15 gatos junto a su familia en su hogar, halló el cuerpo sin vida al regresar del trabajo. Tras revisar las cámaras de seguridad, constató que el perro había sido dejado ahí dos horas antes. “El animal quería regresar con él; esa era la señal de que era su dueño”, relató una de las fundadoras de la organización.

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El cuerpo fue trasladado a una clínica veterinaria para la necropsia. El dictamen reveló que el perro estaba plagado de más de 400 garrapatas, además de parásitos, larvas y un avanzado cuadro de desnutrición. También presentaba marcas profundas en el cuello, prueba de que permaneció amarrado por largo tiempo.

La situación representó un riesgo sanitario para la familia y los gatos del refugio temporal. “Las garrapatas se metieron a la casa; tuvimos que fumigar, aplicar tratamientos a cada gato y cubrir los gastos de la cremación, porque no se podía enterrar al perro”, explicó la rescatista. Estos costos equivalieron a meses de alimentación para los animales que ya cuidan.

La fundación anunció que interpondrá una denuncia por maltrato, negligencia y abandono, así como por riesgo a la salud pública. El Reglamento de Control y Bienestar Animal de Saltillo establece que cualquier persona puede denunciar actos de maltrato o situaciones que pongan en peligro la seguridad sanitaria, mientras que la Ley de Protección y Trato Digno a los Animales de Coahuila reconoce a los animales como seres sintientes y obliga a mantenerlos en condiciones dignas.

“Si alguien alega que no era su perro, de todas formas cometió un acto irresponsable al dejarlo ahí; expuso a niños y mascotas a una plaga”, señalaron. La organización busca apoyo ciudadano para identificar la camioneta y al responsable, pues las cámaras no lograron registrar con claridad ni las placas ni el rostro del sujeto.

Más allá de este caso, las voluntarias insistieron en que la raíz del problema está en la falta de conciencia ciudadana. “Todos piensan que, porque somos rescatistas, tenemos la obligación de resolverles. No es así: trabajamos igual que cualquiera y hacemos esto con nuestros propios recursos. La responsabilidad es de quien tiene una mascota”, expresaron.

El llamado final fue claro: fomentar la esterilización, brindar cuidados básicos y reconocer a los animales como seres vivos, no como desechos. “Necesitamos que las autoridades castiguen en serio el maltrato y que la gente deje de vernos como basureros de sus problemas. Los animales no tienen la culpa de la negligencia humana; son tan sintientes como cualquier persona”, concluyeron.