Cuidar los bosques es responsabilidad de todos, dicen a coahuilenses
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Los días posteriores al siniestro los turistas continuaron llegando con carbón y material combustible para prender un asador, además se detuvo a un grupo de amigos que encendieron una fogata
El incendio en el paraje La Pinalosa consumió 3 mil 630 hectáreas de bosque en la sierra de Arteaga, y la principal línea de investigación fue un accidente o descuido relacionado con una carne asada.
Los días posteriores al siniestro los turistas continuaron llegando con carbón y material combustible para prender un asador, además se detuvo a un grupo de amigos que encendieron una fogata y brigadistas combatieron más incendios en la serranía.
¿Las personas que visitan la zona turística tienen derecho a iniciar fuego en un lugar con sequía?, ¿están capacitadas para prevenir alguna situación como ésta, conocen y valoran la naturaleza? Mientras no haya restricciones, el mensaje de las autoridades parece ser: los visitantes tienen derecho a quemar un bosque, criticó la bióloga Eglantina Canales, titular de la Secretaría de Medio Ambiente de Coahuila (SMA).
“Esa gente que piensa que tiene derecho a quemar un bosque no tiene derecho. Ninguno de nosotros tenemos derecho. No es una cuestión de actitud, ¿es que por qué no voy a poder hacer una carne asada? ¡Por amor de Dios, claro que puedes, pero en otro lado! ¿Por qué ahí donde no se debe? ¿Por qué ahí donde está prohibido por un decreto del estado de Coahuila? ¿Por qué ahí donde las condiciones de humedad del bosque son críticas?
“Tenemos meses sin tener una gota de lluvia, ¿por qué ahí?, ¿por qué querer hacer un asador en una condición de ese tipo? Me parece absolutamente ridículo”, dijo.
REFORESTACIÓN SERÁ MUY COMPLEJA
La pérdida que dejó el incendio en la sierra de Arteaga fue monumental para un bosque maduro y el proceso de reforestación va a ser muy complejo. Ese lugar es un mosaico complejísimo de vida silvestre: más de veinte especies de árboles, plantas, pastos, arbustos y animales.
A esto se suma la inversión de horas, alrededor de 500 brigadistas, vehículos terrestres y aéreos y recursos económicos que se utilizaron para controlar y sofocar las llamas durante 18 días.
“Luego critican que si el helicóptero no está tan grande, que si está chiquito, que si no da más vueltas, que por qué no lleva más combatientes, que por qué no invertimos más, que por qué no tenemos más vigilancia, que por qué no hay más guardaparques… sí, sería muy bonito, pero sería más bonito que fuéramos responsables, más fácil y más barato”, señaló la bióloga.
“¿No tienen derecho (los brigadistas) de ir a ver a su familia, no tienen derecho a bañarse, no podemos darle tantito crédito y pensar que pueden perder la integridad de su organismo o de su vida haciendo eso? ¿Y nosotros tenemos derecho a hacer carne asada en un bosque?”, cuestionó la titular de la Secretaría de Medio Ambiente en Coahuila.
“Las personas tienen derecho a quemar un bosque, ese es el mensaje que estamos mandando nosotros mismos”, agregó la funcionaria estatal debido al permiso que tienen los visitantes a encender fuego.
FALTA CONSCIENCIA Y CAPACITACIÓN
Mientras el incendio continuaba en la sierra de Arteaga, en el área conocida como La Pinalosa, los paseantes abarrotaban otras zonas turísticas del Pueblo Mágico.
“Vivimos en un estado de derecho, lo que sí me causa indignación es cómo si están viendo un incendio en la sierra, quieran ir todavía a Arteaga con bolsas de carbón a hacer una carne asada”, cuestionó Javier Rodríguez Mendoza, titular de la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado (Propaec).
“El tema es que es gente que no está capacitada, no conoce la naturaleza, una simple distracción puede causar un incendio forestal”, añadió.
Para el procurador Rodríguez Mendoza, falta consciencia medioambiental en la mayoría de la población.
“Si hubiera sido gente con más consciencia y capacitación, barres hojas secas, mojas el lugar”, dijo como ejemplo el titular de la Propaec.
Asimismo, Rodríguez Mendoza citó el cuidado de un animal de compañía como analogía: cuando la persona quiere un perro y no sabe todos los cuidados que necesita, por lo cual se le hace fácil abrirle la puerta y dejarlo salir, y éste se convierte en un problema público.