De 45 a 17: La alarmante disminución de bisontes en Jagüey de Ferniza, en Saltillo
Vecinos denuncian que población de estos animales se ha reducido drásticamente en los últimos años, mientras los avistamientos son cada vez más raros
A más de 50 años de haber llegado a Jagüey de Ferniza, en la zona rural de Saltillo, directos del Valle de Colombia en Ocampo, Coahuila, la reserva de bisontes americanos enfrenta una preocupante disminución, presuntamente por malos manejos administrativos.
Fue antes de la década de 1970 cuando el empresario saltillense Jesús Sánchez de la Peña, fallecido durante la pandemia de COVID-19, obtuvo los permisos para construir el primer fraccionamiento campestre del país, ubicado en las afueras de la comunidad de Jagüey de Ferniza, al sur de la capital coahuilense.
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Además de destinar terrenos para la construcción de cabañas, Sánchez de la Peña realizó un acuerdo con el rancho El Fortín para trasladar al menos 10 ejemplares de bisonte americano al fraccionamiento. La intención era que los animales convivieran con otras especies exóticas permitidas en la zona.
Con el tiempo, la manada creció de forma exitosa. Sin embargo, según propietarios del fraccionamiento, la popularidad de los bisontes aumentó drásticamente tras la difusión de una cápsula de la conductora Montserrat Oliver en 2018. En solo año y medio, la población pasó de 45 ejemplares a apenas 17.
SOSPECHAS DE MALOS MANEJOS
La alarma sobre un posible descuido en la administración surgió cuando el empresario impulsó una investigación con la participación de senderistas y veterinarios que supervisaban la salud de la manada.
El informe entregado a la familia Sánchez reveló que no había rastros que indicaran que los bisontes —que pueden medir hasta 1.80 metros y pesar más de 600 kilogramos— se hubieran perdido en la sierra o sido atacados por depredadores.
Uno de los veterinarios detectó además un hecho preocupante: en una revisión, encontró a una hembra atada de un cuerno a un árbol, sin que se explicaran las razones.
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Aunque no hay pruebas concluyentes de que los bisontes estén siendo comercializados en el mercado negro, los propietarios de las cabañas han expresado inquietud en chats virtuales, señalando que la manada no ha crecido, a pesar de la presencia de machos, hembras y la constante aparición de crías.
También cuestionan la falta de información clara sobre las muertes de los ejemplares.
“Si se murieron, queremos saber dónde y por qué, y si no es así, saber por qué quedan tan pocos”, expresaron algunos residentes en los chats.
SIN RASTRO EN RECORRIDOS
En febrero, VANGUARDIA realizó un recorrido por la zona, sin lograr avistar a los bisontes. Algunos vecinos confirmaron que los avistamientos son cada vez más raros y que los pocos ejemplares visibles lucen desmejorados.
“Tengo años viniendo y ahora no los he visto en tres días”, comentó una propietaria.
“Los vemos muy flacos”, añadió otro residente, quien en su última visita sí logró verlos, pero en peor estado.
UNA ESPECIE EMBLEMÁTICA EN PELIGRO
El bisonte americano es una especie icónica en la historia de Norteamérica. Para los pueblos originarios, era conocido como el “dador de vida”, pues aprovechaban todo lo que el animal ofrecía.
Hace un siglo, la especie estuvo al borde de la extinción. En 2020, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) celebró la reintroducción exitosa de un grupo de bisontes en la Reserva Natural El Carmen. Un año después, fueron avistados con éxito.
Pese a las sospechas de malas prácticas en Jagüey de Ferniza, a finales de 2022 la Secretaría del Medio Ambiente (SEMA) reconoció al fraccionamiento como una Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA), lo que les permite acceder a recursos para actividades de preservación.
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En conversaciones relacionadas con la UMA, el administrador del fraccionamiento, Guillermo Sánchez, reconoció que uno de los problemas podría ser la falta de diversidad genética. No obstante, esta situación no se había detectado antes, cuando la manada llegó a superar los 50 ejemplares.
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