El palacio de gobierno que fue cárcel, hospedaje de insurgentes y se incendió cuando fue ayuntamiento
Lo que hoy es el Palacio de Gobierno de Coahuila antes fue una cárcel real. Y aunque el edificio gubernamental se construyó en 1808, la historia de estos terrenos saltillenses data de 1610. Entonces el cabildo en turno destinó el espacio para construir Casas Reales.
¿Pero qué quiere decir eso? Pues que ahí vivían los alcaldes mayores, quienes disponían de sala, cocina, fuente, huerta y corral.
Más tarde, en 1613, en la parte norte de las casas se edificó una cárcel real y a todo el complejo se le conoció como Casa Municipal. El tiempo, sin embargo, con su pasó destructivo, evidenció el deterioro al cabo de cien años.
En 1735, el edificio principal estaba en ruinas y la cárcel no tenía techo. Años después se levantó un segundo piso y el espacio de la cárcel real, que solo tenía dos cuartos de adobe y un corral, fue reconstruido en 1783 y luego en 1807.
Quién diría que tan solo cuatro años después, aquel inmueble que fungía como Ayuntamiento daría posada a Ignacio Allende, uno de los iniciadores de la Guerra de Independencia de México.
El hospedaje de los insurgentes
Con el levantamiento mexicano en desarrollo, en 1811 los insurgentes planearon su huida al norte para llegar a Estados Unidos y conseguir armas. Para lograrlo tenían que pasar por Saltillo.
Por eso, a finales de febrero de 1811, Allende entró a la entonces Villa de Santiago de Saltillo y se hospedó en el edificio del ayuntamiento.
El 16 de marzo, el caudillo abandonó la ciudad ya con todo el grupo insurgente reunido, entre ellos el padre de la patria, quien se había hospedado en la casa del tesorero Manuel Royuela, en la esquina de las actuales calles Hidalgo y Aldama.
Cuando el contingente salió de Saltillo, su próximo destino era Monclova. Pero antes fueron emboscados en Acatita de Baján.
Sobre la estancia de Allende en Saltillo no se tienen más datos de los que ya contamos. Y aunque breve el tiempo, rondando los 20 días, fue así como el Palacio de Gobierno hospedó a una de las figuras más importantes de la independencia.
Pólvora, incendio y ruinas
Aunque la lucha armada se había consumado en 1821, todavía en 1856 era fácil encontrar huellas de guerra. En Saltillo, en el edificio originalmente llamado Casa Municipal se almacenaban grandes cantidades de pólvora.
Las cargas pertenecían a la división que comandaba el general don Juan José de la Garza. Quizá aquel acopio de pólvora se tomó como un acto intrascendente, pero las consecuencias de la decisión no fueron insignificantes.
El 8 de noviembre de 1856 un estallido tomó a todos por sorpresa. Las llamas se elevaron, el olor del salitre, azufre y carbón se esparció por los alrededores y vino el caos. El sitio en el que instantes antes se encontraba la Casa Municipal, volvió a la calma una vez que el fuego devoró cada trozo de madera.
¿Cuánto habrán medido aquellas llamas? ¿Quién y cómo lograron controlar el siniestro? ¿Hubo sobrevivientes al interior?
Sí, hubo muertos según información del Museo de Presidentes, aunque no se especifica cuántos. Se buscó en los documentos del Archivo Municipal de Saltillo y se indagó en libros históricos, pero sobre aquel siniestro no se tienen más datos que lo aquí narrado.
Después de la catástrofe el lugar quedó en ruinas y tuvieron que pasar 13 años para que se concretara la reedificación, entre 1862 y 1873.
El resultado fue un inmueble de dos plantas, que en 1875 se convirtió en la residencia oficial de los tres poderes de Coahuila: en la planta alta el Ejecutivo ocupó el lado derecho; el Legislativo la parte central y el Judicial el lado izquierdo.
Para entonces ahí todavía se albergaban oficinas del Ayuntamiento. Pero esto cambió en 1977 cuando se construyó la actual Presidencia Municipal, localizada entre el bulevar Francisco Coss y Presidente Cárdenas, al poniente de la ciudad, así las oficinas locales fueron retiradas del Palacio de Gobierno.
Intacto por casi un siglo
Pasó casi un siglo para que el Palacio de Gobierno tuviera una remodelación. En 1977 se le añadió el tercer piso, la fachada fue revestida con la actual cantera rosa y en el corredor oriente de la segunda planta, Salvador Almaraz pintó un mural que representa la historia de Coahuila a través de nueve retablos.
En pintura, Almaraz plasmó los retratos de Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, Franucsco Coss, Benito Juárez, Miguel Ramos Arizpe, Ignacio Zaragoza, Juan Antonio de la Fuente, Andrés S. Viesca, Antonio Cárdenas, Emilio Carranza y Manuel Acuña.
También representó el mestizaje colonial, la agricultura, ganadería minería y la educación a través de los edificios del Ateneo Fuente, el Instituto Tecnológico de Saltillo, la Normal Superior y la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro.
Pero las historias particulares no solo ocurrieron dentro del edificio. No olvidemos que junto a él está la Plaza de Armas, sitio en el que se llevaron a cabo las primeras corridas de toros en Saltillo y donde además se realizaron ejecuciones de criminales mediante la horca. Pero de eso hablaremos en otra ocasión.
*Con información de Carlos Recio, Pablo Cuéllar, Arturo Villarreal, Archivo Municipal de Saltillo, Instituto Coahuilense de Cultura, Museo Presidentes.
DATO
Al Palacio de Gobierno lo rodean las calles de Benito Juárez, Ignacio Allende, Ignacio Zaragoza y Miguel Hidalgo.
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