En temporadas frías, la muerte se hace más presente en Saltillo

Saltillo
/ 2 noviembre 2017

Laura Velázquez, quien lleva más de 25 años administrando de manera general el Panteón Santo Cristo, nos recibió en su oficina

Al contrario de los que se puede pensar, hay épocas en las que la muerte está más presente en la ciudad. La administradora de uno de los panteones más grandes del norte del país explicó los pormenores de su deber.

Laura Velázquez, quien lleva más de 25 años administrando de manera general el Panteón Santo Cristo, nos recibió en su oficina.

La mujer de actitud enérgica y alegre, comentó que dicho camposanto tiene una extensión de 36 hectáreas para ser ocupado por 25 mil tumbas. Aclaró, que la mayoría de los panteones en el país, tienen entre diez y quince hectáreas. Por lo que las 36 del Santo Cristo lo convierte en uno de los más grandes del norte del País.

“Todos los panteones tiene una media general entre 10 a 15 hectáreas. Ésta tiene 36 y está vendido el 97 por ciento. Ya se está acabando, en tanto a propiedades se refiere”, añadió.

Indicó que el número de entierros por día es de seis y la cantidad mayor que han registrado en un solo día es de 17 sepulcros. Las cifras altas se presentan sobre todo en el invierno.

“Nuestra temporada empieza en los meses de noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo. Y si tenemos temporadas frías, se presentan mucho más. Ésta, al parecer, será una temporada muy, muy fuerte”, indicó.

CLASE MEDIA NO LE GUSTA INCINERARSE 
Laura Velázquez dijo que la clase media hacia abajo, sigue prefiriendo los rituales tradicionales y la inhumación, aunque la incineración va en aumento.

Aclara que en el panteón, los delitos que más ocurren son el robo de las figuras de aluminio y bronce, pues los ladrones las roban para venderlas por kilo.
Anunció que también existen personas que roban ramos nuevos, para después colocarlos en las tumbas de sus familiares.

PENSAMIENTO MÁGICO
Dijo que al dar recorridos por el panteón, se encuentra con decenas de objetos enterrados y sujetados a las figuras de las tumbas. Ella lo atribuye al pensamiento mágico mexicano. 

“No sabes la cantidad de cruces, prendas, fotografías que se pueden encontrar en éste lugar. Los de mantenimiento a cada instante me avisan que encontraron cosas enterradas. Lo que les digo es que ‘tómelo con la pala y échelo en el contenedor”, dijo.

Yo prefiero llamarle pensamiento mágico, no soy experta no conozco, pero si hay un fetichismo. Somos un país riquísimo en eso.

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