Hay descoordinación entre la ciencia y las políticas públicas, afirma la investigadora Rosario Sánchez

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La saltillense Rosario Sánchez, experta en temas hídricos, presentó su nuevo libro en Saltillo, donde se evidencia la necesidad de cambios de paradigmas. El objetivo: que se logre sacudir las políticas públicas y dé como resultados la coordinación con la ciencia.
Se indicó que en la academia cada año se desarrollan investigaciones sobre el comportamiento de los acuíferos y si ello se vincula con los encargados de tomar decisiones, podrán establecerse estrategias confiables y mayor grado de precisión.
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La Sala de Innovación del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, campus Saltillo, fue la sede para la presentación del libro ‘Breve Historia de las Aguas Compartidas entre México y Estados Unidos’, donde estuvo acompañada por el gerente general de Aguas de Saltillo, Iván José Vicente y del columnista y cronista de la ciudad, Armando Fuentes Aguirre “Catón”.
En este libro, Rosario Sánchez aborda el problema del agua compartida como es el caso del río Bravo, revela que este río ha perdido el 80% de su caudal original.
“Después de más de 100 años del tratado las cosas han cambiado”, indicó.

Por lo tanto, en su libro, plantea la necesidad de revisar la relación México-Estados Unidos desde una perspectiva hídrica. Aunque el tema de los niveles hídricos y la revisión de tratados internacionales suele tratarse con un lenguaje técnico, Rosario Sánchez da muestra de sus habilidades de divulgación científica, al describir el problema bajo la analogía de una pareja divorciada, donde el río Bravo se aborda bajo la figura del hijo.
Para Sánchez, quien durante años ha investigado los problemas hídricos, esto es un desahogo, pero para la población esto es una revelación.
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“En la creciente escasez de agua y los desafíos del cambio climático, las aguas compartidas de nuestras fronteras serán la prueba de esa vecindad tan cercana que casi es tóxica y tan lejana que resulta incomprensible”, aseveró.
El Gerente General del Agsal describió al libro como retador y coincidió que la forma en que la sociedad, la política, se han relacionado con el agua debe de cambiar al migrar a políticas que favorezcan la captación y el reúso del agua.
“El agua tiene que tener muchas vidas. No debe tener solo una, porque en Saltillo no hay ríos o presas, se depende del agua subterránea”, dijo.

En el caso de México, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) es la encargada de realizar los informes sobre la disponibilidad de agua. El último fue publicado en 2024 e indica que 19 de los 28 acuíferos que hay en Coahuila están sobreexplotados. En el caso de Saltillo, todos sus acuíferos están en números rojos.
El Gerente General de Aguas de Saltillo afirmó que los niveles de los acuíferos son una “fotografía del momento”, y argumenta que los estudios deben ser en tiempo real.
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Por ello resaltó la importancia de generar estudios en tiempo real sobre el nivel de los acuíferos e indicó que estos podrían ser generados por las universidades locales.
EN ESTADO CRÍTICO
Este libro, este desahogo, aborda los mitos: “El Río Bravo está en estado de coma y no es un problema único, esto se repite en todo el mundo porque estamos instalados en el supuesto que el agua es infinita... un falso supuesto que prevalece es: ‘el agua es infinita y siempre vamos a tener sugerencias para saciar las necesidades’”.
Sánchez indicó que los tratados internacionales establecen que el agua es un derecho, pero el agua no aparece por decreto y por más acueductos y pozos, nunca será suficiente el agua si no cambiamos el paradigma en el uso del agua.

Estableció que es importante que hagamos preguntas como: ¿para qué vamos a usar el agua? En el caso de la industria: ¿necesitamos agua para hacer carros?
En el caso de la ciudadanía comentó que el cambio de hábitos no sólo debe limitar a disminuir el tiempo en que se bañan, sino en cuestionar el consumo.
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“El problema es que hay un acelerado ritmo de consumo, y su consecuente desperdicio... el 80% del agua se va a la agricultura. Ellos producen la cantidad que se demanda... Ahí es donde radica lo que no resulta sostenible y nos mantiene en amenaza hídrica”, dijo.
Sánchez sostuvo que el problema de la crisis hídrica no se debe al cambio climático sino a su administración. Por ello, el rol de los ciudadanos es esencial.
“La buena noticia es que no dependemos de otros factores, la responsabilidad es nuestra”, concluyó.