Jörg Shümann, el chef alemán que le puso sabor a la cocina del Hotel Camino Real de Saltillo
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En los tiempos de Jörg Schümann creció la oferta culinaria en Saltillo, con festivales de comida internacional o gastronomía nacional. Participaban chefs y cocineros de otros hoteles de la cadena
Saltillo es muy peculiar para los extranjeros: es muy difícil hacer amigos, “pero el corazón siempre ha estado ahí más que en otro lado, más que en Alemania”, confiesa Jörg Schümann, un chef alemán que se encargó del Hotel Camino Real en la capital coahuilense por casi 20 años.
Cuando él llegó a Saltillo para trabajar en el hotel en 1994, las instalaciones eran más pequeñas y lucían el tradicional color del ladrillo. Le tocó ver y vivir la transformación del Camino Real junto con sus “años dorados”, esa etapa que coincidió con el crecimiento de la ciudad: cuando abrieron más comercios, restaurantes, proyectos inmobiliarios, zonas industriales, obras viales para automóviles, una explosión de actividades que le cambió la cara a la capital coahuilense en los primeros años del siglo XXI.
“Era medio cabrón, muy difícil para hacer amigos, pero una vez que los ganas tienen un corazón muy grande, en general en Coahuila”, platica Jörg desde Mazatlán, Sinaloa, donde ahora es chef en Pueblo Bonito Resorts & Spas.
UNA ÉPOCA QUE LO MARCÓ
Su paso por Saltillo lo marcó: hizo sus mejores amigos y casa aquí gracias a la calidad de su trabajo en el Hotel Camino Real, que en su momento fue uno de los lugares más visitados por artistas, deportistas, empresarios, políticos de la ciudad, el estado y México, además de visitantes provenientes de varios países.
Con Jörg en la cocina, y un equipo que siempre se puso la camiseta, se expandió la oferta culinaria en Saltillo con festivales de comida internacional o gastronomía de otros estados mexicanos, con la participación de chefs y cocineros profesionales que trabajaban en otros hoteles de la cadena Camino Real.
Él también participó en la apertura de hoteles de la cadena en otras ciudades del país, y fue uno de los integrantes del Consejo Directivo de Saltillo que más años duró. “Cuando el gerente se iba de vacaciones, yo me quedaba a cargo del hotel”, cuenta.
La gente lo veía y lo reconocía: “¿eres el güero de Camino Real?”, le preguntaban. Y ese halago local también tenía su reconocimiento nacional: en el hotel recibí alumnos de universidades de otras ciudades para hacer servicio social y prácticas de hotelería y gastronomía.
Lo mismo hicieron jóvenes de la región, incluso antes de que la carrera de Gastronomía tuviera presencia importante en Saltillo. “Pasaron muchos chavos por nuestras manos y les enseñamos la cocina y hotelería. Muchos agarraron otra profesión, pero recuerdan los años de gloria”.
¿PERO QUÉ HACÍA TAN SINGULAR AL HOTEL CAMINO REAL SALTILLO?
Fue fundado en 1964, y desde sus inicios fue un lugar icónico, un referente turístico. En sus habitaciones, que luego fueron remodeladas durante la transformación que presenció Jörg Schümann, se quedaron personalidades destacadas, sí, pero había algo diferente.
Lo que Joan Sebastian, Susana Zavaleta, Raphael, Yuri, Maná, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Luis Echeverría Álvarez, entre otros artistas y políticos, vieron era: “la sierra cuando abrías la puerta de tu cuarto”, salías y tenías jardines, un ambiente muy limpio, idílico.
No era un hotel ejecutivo de paredes delgadas y cuartos pequeños, “ofrecía algo diferente: era realmente muy diferente a todos los hoteles que existían, era muy diferente de los hoteles de la cadena en su estructura”, explica el chef Jörg, quien gracias a su trabajo conoció 31 estados de México y una gran cantidad de pueblos y ciudades del país.
Sobre los visitantes puede contar anécdotas hilarantes y curiosas, fiestas que parecían no tener fin, pero sus recuerdos no llegan al chisme, sino a la reconstrucción de una época de crecimiento y logros.