Necropsia asegura que sacerdote de Saltillo murió estrangulado
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Es probable que el sacerdote haya muerto el día que desapareció, pues su cuerpo estaba en estado de descomposición
El sacerdote Joaquín Hernández Sifuentes, de 30 años, desaparecido desde el pasado 3 de enero y encontrado sin vida el jueves al mediodía, semienterrado en un predio en Parras de la Fuente, murió estrangulado.
Así lo dio a conocer el resultado de la necropsia que se le practicó al cuerpo en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo), dirigida por personal forense de la Unidad de Investigación de Homicidios de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
Además, el cuerpo presentaba golpes en diversas partes y se encontraba en estado de descomposición, por lo que es muy probable que la muerte le haya sido causada el mismo día que desapareció.
Las autoridades se encuentran trabajando estrechamente con el Ministerio Público de Nuevo León para recabar evidencias con los peritajes al vehículo del presbítero, abandonado en la colonia Residencial Cuauhtémoc, de Santa Catarina.
A su vez, el Ministerio Público continúa con los interrogatorios a las 2 personas, de entre 20 a 25 años, que se encuentran detenidas luego de que las investigaciones los relacionaran con el homicidio del religioso.
La familia del padre Joaquín realizó el viaje desde Monclova, ciudad donde residen, para poder reclamar los restos mortales del finado, el cual será velado a mediodía del domingo en el Seminario Mayor, según anunció la Diócesis de Saltillo.
Con información de KARLA TINOCO