‘No seamos indiferentes ni apocados de espíritu’, convoca el Obispo de Saltillo a los fieles desde la Basílica de Guadalupe

Saltillo
/ 9 julio 2025
Alrededor de 8 mil devotos de la Virgen, provenientes de Saltillo, llevaron a cabo hoy su tradicional peregrinación a la Basílica de Guadalupe

CDMX.- En el marco de la celebración del Año Jubilar 2025, miles de devotos guadalupanos realizaron este miércoles su peregrinación anual a la Basílica de Guadalupe, que comprendió un recorrido de dos horas.

El templo, con capacidad para albergar unas 10 mil personas, fue abarrotado en su mayor parte por saltillenses, luego de su caminata por la Calzada de los Misterios, desde la Glorieta de Peralvillo.

TE PUEDE INTERESAR: Tendrá Municipio que invertir 30 millones de pesos para reparar carpeta asfáltica de Saltillo

$!Durante la ceremonia, se resaltó la figura de la Virgen María como símbolo de consuelo, fortaleza y esperanza para los creyentes.

Como ocurre cada segundo miércoles de julio, el obispo de Saltillo, Hilario González, pronunció al filo del mediodía una homilía, luego de llamar “peregrinos de esperanza” a quienes, junto con él, arribaron a la basílica.

—Sabemos que la Virgen María —dijo— nos acompaña en nuestro caminar y nos recibe en su casa con los brazos abiertos.

—Sentimos el gozo y la paz, frutos de entrar en la presencia del Señor y de constatar que somos su pueblo amado; y, llenos de esperanza, agradecemos a Dios su bendición al llamarnos a ser su familia santa —subrayó.

$!Miles de devotos saltillenses participaron en la peregrinación anual rumbo a la Basílica de Guadalupe, recorriendo la Calzada de los Misterios desde Peralvillo.

Luego de destacar la milagrosa concepción y misión de Jesús, presente aún entre los cristianos, el prelado clamó por piedad y bendición para todos.

—Hoy le presentamos a Dios, por medio de María, esta súplica comunitaria ante las situaciones difíciles que afrontamos en nuestra realidad personal, familiar y comunitaria —expresó.

González García también pidió:—Vuelve, Señor, tus ojos a nosotros, pues los retos que afrontamos parecen superarnos, y deseamos reconocer tu bondad y tu fuerza salvadora, que nos anima y entusiasma para ser en el mundo tu pueblo/familia que peregrina con esperanza y se compromete en la edificación de tu Reino.

—Que tu Palabra nos ilumine para descubrir los caminos de justicia y de paz que podemos diseñar y construir en nuestro mundo —demandó más adelante.

$!La Basílica de Guadalupe recibió a los peregrinos con su capacidad llena, en un acto de fe y tradición que se repite cada segundo miércoles de julio.

—A los pies de María de Guadalupe —puntualizó—, deseamos la intercesión de nuestra buena madre de la esperanza. Hoy escuchamos su invitación a confiar: “¿No estoy yo aquí, que soy tu madre? ¿No estás por ventura en mi regazo?”.

Continuó:—Estas palabras han alimentado nuestra esperanza a lo largo de nuestra historia, y, bajo su amparo e intercesión, nos siguen impulsando a ser un pueblo y familia de Dios que no se da por vencido.

—En María hay esperanza; no simple optimismo iluso, sino testimonio de confianza que impulsa a salir de sí mismo, con generosa prontitud, para ayudar al hermano y constatar en el prójimo las bendiciones de Dios —externó el obispo.

La esperanza que hay en María también se debe a que “es la mujer que glorifica al Señor, y su espíritu se llena de júbilo en Dios, pues se sabe amada y bendecida por Él, y esta experiencia la comparte con humildad y servicio al prójimo”.

$!El obispo Hilario González pronunció una homilía en la que llamó a los fieles “peregrinos de esperanza”, recordando la importancia de la fe en tiempos difíciles.

—¡Vamos, hermanos!, no seamos indiferentes ni apocados de espíritu; vayamos al encuentro de las personas y las realidades que nos piden ayuda, de aquellos que están perdiendo la esperanza porque no se han dado cuenta de las señales de bendición de Dios en su vida y tienen la tentación de darse por vencidos —convocó.

E insistió:—¡Vamos, hermanos!, seamos dichosos con María por haber creído en las promesas de Dios, y seamos personas de paz y esperanza que colaboran en los proyectos de salvación que el Señor nos invita a realizar en nuestra comunidad diocesana, para bendición de todas las personas que la componen.

Invitó también a que, con la esperanza en la Virgen, “seamos semilla fecunda del Reino de Dios en nuestro país, para avanzar en la justicia y la paz que necesitamos”.

$!Los asistentes escucharon la invitación a confiar en Dios y a actuar con generosidad para ayudar al prójimo en sus comunidades.

—Seamos luz del mundo que ilumine las realidades oscuras, y sal de la tierra que dé sabor cristiano a nuestro entorno. Seamos digna familia de Dios, con una identidad cristiana alegre y pacífica, edificando lazos de hermandad en Cristo que animen nuestras comunidades —remarcó.

—Que nuestro Padre Dios nos siga bendiciendo, su Hijo Jesucristo nos enseñe a ser mejores personas al servicio de los demás, y que el Santo Espíritu nos impulse con su amor a vivir en congruencia y generosidad al servicio del Evangelio —concluyó.

Temas



Localizaciones



Organizaciones



Poseedor de un alto sentido de responsabilidad social, todos los días pone a prueba su compromiso ético y profesional, asumido a lo largo de 42 años como reportero, jefe de información, editor, cartonista, productor de radio, comentarista y docente.

Ha sido consultor y portavoz en siete campañas electorales y de instituciones como el STUAC, la Secretaría de Economía, el Instituto Municipal de Cultura de Saltillo (IMCS), la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CDHEC) y el Congreso del Estado de Coahuila, donde además fue asesor parlamentario en dos legislaturas consecutivas.

Estudioso del derecho y de otras disciplinas del conocimiento, desde hace más de tres lustros su columna politemática “Palabras Mayores” ha sido publicada en al menos una docena de medios impresos de la entidad y la región.

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM