Originario de Zacatecas muere en Saltillo; lo llevaban a clínica de Monterrey

Saltillo
/ 27 febrero 2016

Marcelino González Montes no alcanzó a llegar a la Clínica 25 de Especialidades de Monterrey, para atenderse del cáncer que padecía y murió en el trayecto, dentro de la camioneta de su hijo

Marcelino González Montes no alcanzó a llegar a la Clínica 25 de Especialidades de Monterrey, para atenderse del cáncer que padecía y murió en el trayecto, dentro de la camioneta de su hijo. 

Esto ocurrió durante la tarde de ayer en el periférico Luis Echeverría Álvarez y Jesús Silva Herzog, en la colonia Satélite Sur, justo enfrente del Centro de Justicia y Empoderamiento de la Mujer. 

Don Marcelino, oriundo de Miguel Auza, Zacatecas, contaba con la edad de 70 años, era trasladado por su hijo Roberto González Herrera en una camioneta Windstar rumbo a Monterrey. 

Según declaraciones de la esposa de don Marcelino, María Rosa Elva Herrera, desde el viernes cerca de las 07:00 horas, salieron de su ciudad de origen. Su destino era llegar a la Clínica 25 de Especialidades de Monterrey, para atenderlo por el cáncer. 

Elva Herrera cuenta que el viaje para don Marcelino fue toda una pesadilla, pues le confesó que ya no aguantaba estar sentado ni acostado en el asiento. Dijo que les llego a pedir el último favor, que lo dejaran acostarse en el piso de un baño público. 

Las últimas palabras que don Marcelino le expresó su esposo a María Rosa Elva fueron: “nos paramos en una gasolinería, mi esposo me abrazó y me dijo que ya no aguantaba estar sentado, ni acostado y le dijo a mi hijo que lo dejáramos acostar en el piso del baño”. 

Con tal de no perder tiempo y llegar lo más rápido posible al centro médico, siguieron su marcha. Al ingresar a territorio de Saltillo, detectaron que don  Marcelino ya no contaba con pulsos ni movimientos. Su cuerpo quedó tendido en el asiento trasero de la camioneta y detuvieron marcha en la colonia Satélite Sur. 

Ahí solicitaron presencia de una ambulancia y con la esperanza de que lo llevaran a un hospital. Sin embargo, ya era demasiado tarde para brindarle primeros auxilios a don Marcelino, porque padeció a causa de un infarto. 

Policías municipales acudieron a la escena a realizar labores de acordonamiento. De igual manera lo hizo personal de servicios periciales al dictaminar el cadáver y aseguraron que no presentó huellas de violencia. 

No ameritó de traslado al Servicio Médico Forense (Semefo) y el médico legista sólo extendió un certificado a los familiares. 

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