Pandemia impide visitas a niños de albergues de Saltillo, tienen contacto sólo por llamadas por celular
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Debido a la contingencia las visitas están prohibidas, además frena procesos jurídicos para que los menores regresen a casa
Procedimientos jurídicos y legales entorpecidos y visitas familiares truncadas por el COVID-19, aquejan a cerca de 90 niños “atrapados” en los albergues del Estado.
Esto retrasa la posibilidad de vivir con una familia de apoyo, o regresar con sus padres, quienes iniciaron trámites para recuperarlos.
Sufren las consecuencias niños, niñas y adolescentes que fueron separados del seno familiar ante las omisiones o maltratos que cometieron sus padres, algunos, tan graves que es imposible regresar con ellos,
Ahora son alejados de la posibilidad de regresar con sus familiares, casi siempre abuelos o tíos, pues aunque el proceso de la búsqueda de una familia de apoyo continúa, es “a paso lento” mientras que el coronavirus truncó las visitas que les permiten verlos.
Las visitas son semanales agendadas cada miércoles en los albergues, donde sus familiares, en ocasiones también padres, pueden charlar con ellos en un área común supervisados por el personal de los albergues.
Son sustituidas por llamadas no mayores a 20 minutos al teléfono, reduciendo la convivencia y que los pequeños cuenten a sus familiares los juegos y aprendizajes diarios de quienes están a su cuidado.
“Los trámites son complicados, ahora más que está todo cerrado, vas a una ventanilla y te dicen que debes esperar, no nos queda de otra más que ser pacientes y seguir las indicaciones de las autoridades”, expresó el tío de un niño de 8 años a quien desea recuperar y ofrecerle un hogar.
El hombre cuestionó que la institución no implemente las medidas de seguridad necesarias para reactivar las visitas, siendo para los niños “un estímulo importante”, aseguró el señor, quien prefiere guardar el anonimato.
Los niños piensan que dejas de quererlos o que no quieres ir a visitarlos, no entienden bien lo del virus y creen que se quedarán ahí por siempre, expresó, además, no es lo mismo escucharlos que verlos, agregó.
“Lo extraño, y me desespera no verlo”, dijo. Hasta el momento no se tiene una fecha para retomar las visitas presenciales, siendo para las autoridades el cuidado y protección de los niños, niñas y adolescentes ante el coronavirus, lo más importante.
Hasta el momento, la gran mayoría de los menores albergados se encuentra en procedimientos jurídicos para la búsqueda de una familia de apoyo o legales junto a sus padres, pues solo 16 de ellos son susceptibles para adopción.
Otras instituciones que resguardan niñas de bajos recursos o en estado de vulnerabilidad como la Aldea Infantil Pepita de Valle Arizpe, A.C., también implementaron llamadas y videollamadas ante el impedimento de que sus madres acudan a la Aldea.
“No es fácil, nuestra tarea es resguardar a las niñas y evitar que exista un brote, incluso aquí adentro se adecuaron los dormitorios y las áreas comunes para guardar su sana distancia”, expresó sor Soraida Morena, directora del albergue.
“Por eso se han implementado las videollamadas y reducido el número de niñas a nuestro cuidado”, finalizó la religiosa.