¿Qué lleva a los jóvenes a cometer actos violentos? Expertos opinan tras caso de agresión a exjugador de Lobos

Los conflictos entre adolescentes y jóvenes son una realidad frecuente que ha escalado hasta las agresiones físicas con consecuencias fatales. En Saltillo, se han registrado numerosos incidentes de este tipo en diversos contextos, desde escuelas y eventos deportivos hasta fiestas y reuniones.

Casos recientes, como dos riñas en la UAdeC en febrero y abril, o el trágico homicidio en la colonia Santa Anita en marzo, así como el grave estado de Emiliano Aldaco, de 17 años, tras ser herido con arma blanca, muestran la urgencia de comprender los factores que llevan a los jóvenes a actuar de forma violenta.

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Al respecto, Luis Arcadio de la Peña Martínez, director del CBTis 97 en Saltillo quien cuenta con 19 años de experiencia trabajando con jóvenes, considera que ciertos contextos limitan el buen actuar de los adolescentes, siendo los familiares los principales.

El director destacó que, desde su experiencia, al menos 40% de los jóvenes pueden caer en conductas violentas, principalmente debido al contexto familiar que muchas veces incluye la falta de atención, problemas familiares y económicos en casa, así como el distanciamiento con los padres. La comunicación, según él, se ha perdido bastante, afectando a un gran porcentaje de jóvenes que se ven envueltos en pandillas o comportamientos agresivos en espacios públicos.

Otro factor crucial que ha influido negativamente son las redes sociales. De la Peña considera que los jóvenes, influenciados por contenido que normaliza la violencia, pueden percibir la agresión como algo común y priorizar esta forma para resolución de conflictos.

Este contexto, junto con la influencia del alcohol y otras sustancias, forma un “trinomio” que impacta significativamente en el comportamiento juvenil.

El director del CBTis 97 enfatiza que la autoridad no tiene la capacidad de estar en todas partes, por lo que la sociedad, incluyendo padres, maestros y ciudadanos, debe unir esfuerzos para formar jóvenes con un sentido de responsabilidad. La falta de conocimiento sobre cómo actuar y a quién pedir ayuda también es un problema, ya que no se logran campañas efectivas al 100%.

Por su parte, la psicóloga Berenice de la Peña resaltó la importancia de abordar la normalización de la violencia, pues muchas de las actitudes y respuestas de los jóvenes se perciben como algo común, lo que lleva a que no reconozcan su propia violencia.

“Nuestros adolescentes están viendo la violencia como una forma normal, natural en que se van dando las cosas. Eso, obviamente, no nos ayuda en nada porque entonces estamos normalizando todas las situaciones y todo señalamiento parecería exagerado”, dijo.

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La psicóloga señala que múltiples factores convergen para llevar a los jóvenes a cometer actos violentos, por ejemplo, puede haber violencia previa en la familia, una pérdida de control emocional que se agrava por la falta de educación emocional desde temprana edad, la ausencia de empatía y los entornos de alto riesgo.

Además, cuando esto se mezcla con adicciones o trastornos de salud mental, y si además la violencia se percibe como una forma de adquirir respeto, la situación se vuelve mucho más complicada.

Señaló que para defenderse o intervenir en situaciones de conflicto, la inteligencia emocional es clave, es decir, que los adolescentes deben aprender a distinguir los momentos de peligro y buscar ayuda, especialmente de los adultos, para detener estas circunstancias.