Regresa el puma a la Sierra de Zapalinamé: un equilibrio vital para el ecosistema (video)
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Tras diez meses de espera, un joven puma en excelente estado de salud fue nuevamente captado por cámaras de monitoreo en un cañón de la Sierra de Zapalinamé, en un evento que subraya la riqueza natural y la importancia ecológica de la región.
Este logro, dado a conocer por URSUS MX, fue posible gracias a la colaboración con Vanguardia mediante la donación de cámaras que ampliaron el alcance del monitoreo.
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Conocido también como león de montaña, el puma es un depredador clave que desempeña un papel fundamental en el equilibrio ecológico de su hábitat.
Este avistamiento reafirma la buena salud del ecosistema de la sierra, un indicador crucial en la conservación de la fauna local. Su ausencia podría causar un desbalance en la cadena alimenticia, afectando negativamente a numerosas especies de la región.
Gilberto Carranza, director de URSUS MX, señaló: “Este avistamiento confirma que la Sierra de Zapalinamé sigue siendo un hábitat adecuado para esta especie.
Aunque solían ser más frecuentes, hoy en día los avistamientos son muy esporádicos, lo que recalca la necesidad de redoblar esfuerzos en su conservación”.
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El monitoreo también ha revelado la presencia de pumas en sierras cercanas como la Sierra de Arteaga, pero en frecuencias igualmente bajas. La naturaleza solitaria y elusiva de estos animales reduce significativamente las probabilidades de encuentros con humanos.
Sin embargo, en caso de toparse con un puma, se recomienda mantener la calma, no correr, y hacer ruido para disuadir al animal, ya que por instinto este felino evita enfrentamientos directos.
Este avistamiento no habría sido posible sin el esfuerzo colectivo de organizaciones como URSUS MX y el apoyo de aliados como Vanguardia, cuyo compromiso y recursos han permitido ampliar significativamente las áreas de vigilancia mediante cámaras estratégicamente instaladas.
Con un promedio de un avistamiento por año en la región, cada captura en cámara nos recuerda el papel crucial de la Sierra de Zapalinamé como refugio para especies clave, reafirmando la importancia de proteger este santuario natural.
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