Responsabilidad social, ¿novedad?

Saltillo
/ 4 agosto 2017

    Escuchar, leer o hablar de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es cada vez más frecuente; sin embargo, este acercamiento muestra en algunos casos, la existencia de ideas o acciones superficiales de la comprensión cabal acerca de la misma. 

    Por ello, cabe referir que los cimientos de la RSE aparecen desde que el hombre, sin distinción de género, vive en comunidad, donde alguien se ocupaba por el bienestar de otro.

    Ahora, sin profundizar en la historia, encontramos innumerables eventos que muestran acciones de preocupación y ocupación de personas en beneficio de otras, como las ayudas que en la Grecia Clásica se brindaban a los “pobres merecedores”, quienes habían caído en la pobreza por circunstancias ajenas a ellos, y que no podían costear sus necesidades básicas; los aerópagos atenienses otorgaban sustento mínimo para sobrevivir a enfermos y pobres.

    En Babilonia, por ejemplo, se obligaba a los dueños de esclavos a pagar los honorarios médicos de quienes los atendían; las asociaciones de artesanos para fines asistenciales a sus miembros y familiares, contaban con las denominadas collegia.

    Existieron también las guildas en Escandinavia, que protegían y socorrían a enfermos en determinadas circunstancias; y este espíritu solidario aparece en los afiliados de las wakouf, en Medio Oriente; quienes donaban a personas necesitadas.

    Las acciones de solidaridad aparecen incluso en la Edad Media, basadas en las relaciones de buena vecindad, a través de las cuales se ayudaba en el cultivo, a reconstruir viviendas dañadas, se daban apoyos a las viudas carentes de medios de subsistencia o acogían a niños que perdieron a sus padres. En los señoríos feudales brindaban protección a sus vasallos.

    Más ejemplos de solidaridad y apoyo comunitario se vivía con las piruas en Perú y el tequio en la Nueva España.

    No obstante, es a mediados del siglo pasado cuando empieza a conformarse el concepto de la RSE como actualmente la conceptualizamos, con ideas entre otros de Howard Bowen con su libro “Social Responsibilities of Businessman”.

    Si bien Milton Friedman refiere que la única responsabilidad de los directivos eran incrementar el valor accionario de las empresas en beneficio de sus accionistas, Keith Davis sostiene que la responsabilidad social debe ser acorde al poder social de las empresas.

    Edward Freeman determina la diversidad de grupos de interés de la empresa y Peter Drucker señala que la empresa sea un guardián de la conciencia de la sociedad y factos esencial de solución de sus problemas; ideas que se adicionan con las iniciativas y normas internacionales emitidas por diferentes organizaciones. 

    En consecuencia, es importante señalar que aun cuando los cimientos de la RSE estén en la filantropía y el altruismo, la RSE no es alguna de ellas.

    Así, mientras que el Diccionario de la Real Academia Española menciona que altruismo es la diligencia en procurar el bien ajeno aun a costa del propio, y la filantropía es amor al género humano; la ISO 26000, norma internacional que guía la RSE, señala que esta es la responsabilidad de una organización ante los impactos que sus decisiones y actividades ocasionan en la sociedad y el medio ambiente, a través de un comportamiento ético y transparente que contribuya al desarrollo sostenible, cumpla la legislación y normativa internacional de comportamiento aplicable y esté integrada en toda la organización.

    *Coordinador de Atención y Servicios de RSE en el Centro Mexicano para la Filantropía
    roberto.adame@cemefi.org 

    Este texto es parte del proyecto de Cemefi en coordinación con VANGUARDIA, para la difusión de la Responsabilidad Social Empresarial.

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