Saltillo: ‘Aprendí a superar mis límites’; Family Rollers aprovecha el espacio público con clases de patinaje

Desde hace cuatro años, dos profesores aprovechan una plaza pública al norte de Saltillo para brindar clases de patinaje a personas de todas las edades.

Es en las canchas deportivas de la colonia Alpes Norte que todos los días Cesáreo Flores -conocido como Cherry- e Israel Álvarez instruyen todos los días en técnicas como Slalom, salto, velocidad, skate cross y downhill, que consiste en el descenso por carreteras a velocidades que alcanzan los 90 kilómetros por hora.

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Los padres de familia no solo se han involucrado en el traslado de los infantes a las clases sino que incluso se han colocado patines, casco, rodilleras y coderas para sumarse a las clases.

El rango de edades va desde los cuatro años hasta los 30 o 40 años de edad, aunque llegó a haber patinadoras de hasta 60 años.

Asimismo, con el paso del tiempo han creado una comunidad que en la plaza pública donde se dan las clases ha hecho reforestaciones, han colocado botes de basura, han hecho podas y limpieza del espacio donde guardan el material.

SE INVOLUCRAN EN EL ESPACIO

Álvarez, quien se sumó como padre de familia y ahora es instructor, contó a VANGUARDIA que no ha sido fácil el aprovechamiento de un espacio que, aunque colaboran en él y son vecinos del sector, no se les ha facilitado con total libertad por parte de otros vecinos.

“Hemos tenido ciertas situaciones con el uso de la plaza, porque no todos los vecinos están como que a gusto de que estemos utilizando los espacios públicos, pero al final de cuentas es lo que es, un espacio público y nosotros siempre hemos tratado de mantener esa comunidad”, expuso.

Asimismo indicó que han colocado carteles invitando a que la plaza sea un espacio libre de humo de tabaco y han hecho una evaluación de las luminarias.

Además, entre la comunidad de patinadores se han organizado para celebrar el Día del Niño, Halloween y Posadas, siempre aprovechando la plaza pública.

La práctica ha llevado a los patinadores a competencias como el Mesa Longboard Festival de Mesa de las Tablas en Arteaga, así como a otras ciudades como Pachuca, Oaxaca o Monterrey.

Cherry contó que aunque la plaza donde se practica el patinaje está en buenas condiciones, Saltillo necesita un patinódromo o pista de patinaje de al menos un kilómetro de radio.

“Hemos contribuido en el parque tanto para arreglar la bomba que sirve para regar los árboles, hemos contribuido en muchos aspectos en esta zona, pero es porque no tenemos espacios dedicados al patinaje”, señaló Flores.

‘APRENDÍ A SUPERAR MIS LÍMITES’

Sophia de 11 años, es una de las patinadoras que comenzó a practicar este deporte desde hace cerca de un año y medio y ya ha acudido a competencias de downhill en Monterrey.

Expone que antes de iniciar las clases no sabía incluso pararse en los patines y ahora ha alcanzado hasta 90 kilómetros por hora en descensos hechos en la práctica de downhill. Contó que aunque ha sentido miedo, ha aprendido a superarlo.

“Mi experiencia ha sido muy divertida y graciosa y he hecho muchas amistades. Mi primera competencia fue de downhill, fue mi primera vez y no logré ningún lugar en sí, pero estuvo muy divertida la experiencia y me divertí. A veces he llegado a llorar de los nervios, pero lo he controlado. He aprendido a tener confianza en mí de que yo sé que puedo, porque a veces me falla un poco, que me pongo límites y así, pero he aprendido a superar mis límites”, contó.

Para Cherry, una de las enseñanzas más importantes que ha dejado el patinaje es que siempre hay que levantarse después de cada caída.

“Lo más que me gusta que aprendan es que si te caes debes de levantarte y te vas a caer mil veces para poder salir en este mundo. No importa que sea en tu trabajo, si las riegas varias veces pero le sigues, continuas, continúas, continúas y en el patinaje es lo mismo, ya los niños cuando se caen ya saben que eso va a seguir pasando para poder sacar truco. Son meses de proceso de estar trabajando en eso, eso es lo que a mí me gusta mucho, que tardan bastante tiempo en hacerlo, pero no les importa, o sea siguen y siguen y siguen y siguen insistiendo, eso les queda en su cabeza decir ‘no me voy a rendir y voy a seguir luchando y voy a seguir luchando’”, indicó.

Los instructores mencionaron que las puertas de Family Rollers están abiertas para quien desee acudir a las clases y puede ponerse en contacto a través de sus perfiles en Facebook e Instagram.