Saltillo: como presuntamente lo intentó Janet, en 2009 una madre mató a dos hijos tras discutir con su pareja
Han pasado 13 años desde que en una casa del centro de la ciudad una mujer incendió su casa para matarse a ella y a sus dos hijos
Este jueves en Saltillo se dio a conocer el caso en el que María Janet presuntamente intentó matar a tres de sus hijos obligándolos a ingerir ácido muriático, luego ella también intentó quitarse la vida bebiendo el mismo químico.
Con motivo de este hecho que ha conmocionado a la comunidad, recordamos la ocasión en la que otra madre saltillense mató a sus hijos al quemarlos en una casa del centro.
El caso más reciente ocurrió el lunes 28 de febrero en la colonia Satélite Norte, aparentemente luego de haber sostenido una pelea con su esposo instantes antes.
Se sabe que las edades de los menores son de una niña de seis y dos niños de ocho y 10 años.
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Mientras que niño de 10 años fue dado de alta, la mamá y los otros dos menores fueron trasladados a Monterrey para recibir atención especializada por las quemaduras internas. Esto luego de que otro de los hijos, de 16 años, encontró a su familia con malestares a causa del químico y pidio ayuda al 911.
“La Güera y sus hijos”
En 2009, Rocío de 25 años, mejor conocida como “La Güera” y madre de dos niños, acabó con la vida de ella y de sus hijos mediante un incendio provocado.
Los hechos ocurrieron la madrugada del martes 24 de marzo de 2009, en la casa marcada con el número 410 oriente de la calle Melchor Múzquiz, en la Zona Centro de Saltillo.
Los vecinos reportaron un incendio al número de emergencias, que en aquel tiempo era 066. Cuando los bomberos y policías arribaron, encontraron a Rocío, un niño de 11 años y una niña de cinco años casi carbonizados. Posteriormente los tres murieron.
Las investigaciones señalaron que “La Güera” estaba separada del papá de sus niños y que momentos antes del incendio, ella discutió con su pareja en turno, dueño de un antro.
En los detalles también se supo que Rocío trabajaba en un bar y en un antro. Luego de la discusión, subió a un taxi y le pidió al chofer la llevara a una farmacia a buscar veneno para ratas.
Al no encontrar raticida, fue a una gasolinera y compró 30 pesos de combustible que llevó en dos garrafones a su casa y fue el material que utilizó para matarse junto con sus hijos.
