Tienen Coahuila y México pocas herramientas para sortear la guerra comercial de Trump

A pesar de los esfuerzos emprendidos a nivel federal con el llamado Plan México, reforzado por el gobierno de Claudia Sheinbaum, y de las acciones impulsadas por la administración estatal de Manolo Jiménez, la economía mexicana continúa siendo vulnerable ante el proteccionismo comercial de Estados Unidos.
Así lo advirtió el economista Guillermo Ernesto Garza, catedrático de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), quien consideró que el país no está suficientemente blindado frente a los efectos de las nuevas tarifas arancelarias impulsadas por el presidente estadounidense Donald Trump.
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“Todo indica que no estamos del todo protegidos contra la influencia de estas medidas”, señaló. “Y mientras esta amenaza continúe, la confianza de las empresas seguirá viéndose afectada”, agregó.
Garza de la Fuente advirtió que, si la guerra comercial entre ambas naciones persiste, podría prolongarse la recesión que ya estaría gestándose en México.
Dijo que actualmente este estancamiento económico estaría siendo “matizado” por el sector público, aunque ello no implica una solución de fondo.
En entrevista con VANGUARDIA, el especialista explicó que las herramientas con las que cuentan los gobiernos federal y estatal para enfrentar la situación son limitadas, por lo que resultan insuficientes para contrarrestar los embates arancelarios.
Un factor estructural que agrava la situación, añadió, es la histórica dependencia económica de México respecto a Estados Unidos.
“Nos hemos atado a lo cómodo: si a Estados Unidos le va bien, a nosotros también; esa ha sido la lógica. Pero cuando entramos en un periodo como el actual, con una guerra comercial, vemos que esta fórmula ya no funciona”, explicó.
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Desvincular la economía mexicana de la estadounidense, advirtió, sería un proceso largo y complejo, pero necesario. “Generar bases y motores internos que nos permitan crecer de forma independiente requiere mucho esfuerzo y muchos años”, subrayó.
Como alternativa, el académico propuso impulsar una política industrial que brinde seguridad a los inversionistas. “Lo ideal sería que los empresarios vean que invertir en México trae beneficios. El gobierno debe garantizar condiciones adecuadas para proteger su patrimonio y permitir su crecimiento”, concluyó.