Veinte años y siguen cayendo, muertos, árboles en Plaza La Nogalera; causan daños a la ciudadanía
El director municipal de Protección Civil, Francisco Martínez, descartó riesgos, en tanto, el ambientalista Rodolfo Garza conminó a que la veintena de árboles secos de dicha zona sean retirados
Veinte años han pasado desde que comenzó el paulatino deterioro de la zona verde de Plaza La Nogalera, al sur de Saltillo, donde en el estacionamiento continúan cayendo árboles que ceden ante la fuerza del viento y las lluvias.
Respecto al ejemplar que, a consecuencia de una tormenta, se desplomó el domingo en ese mismo lugar y dañó a un automóvil estacionado, el titular de Protección Civil del Gobierno Municipal, Francisco Martínez Ávalos, informó que el árbol ya fue retirado.
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Declaró a VANGUARDIA que, dentro de las acciones preventivas de la dependencia, se verificó que el resto de la arboleda, compuesta principalmente por nogales, no represente riesgo para los clientes del complejo comercial.
Explicó que corresponde a la Secretaría del Medio Ambiente del Estado determinar la estrategia a seguir para eliminar de manera definitiva el peligro latente de nuevos desplomes y decidir, en su caso, el eventual reemplazo de los árboles.
El activista ambiental Rodolfo Garza Gutiérrez atribuyó dichos desplomes al hecho de que los ejemplares fueron “ahogados” con tierra cuando fue construido el complejo comercial, hace 20 años.
“Desde entonces he interpuesto varias demandas contra Planigrupo, a fin de que se corrija el problema, pero extrañamente no pasó absolutamente nada”, señaló el también exdirector estatal de Ecología.
Indicó que también denunció infructuosamente el asunto ante la Profepa y el Instituto Coahuilense de Ecología, cuyo titular era Sergio Avilés, político al que le correspondió autorizar ese desarrollo comercial.
“Si la administración de la plaza no es capaz de hacer nada, entonces el Gobierno Municipal debe responder, empezando por retirar los árboles que aún permanecen ahí, muchos de los cuales son centenarios”, externó.
“Las cosas se están haciendo mal desde el principio, pues con la construcción de la plaza comercial se tumbaron cientos de árboles —de duraznos, peras, perones, membrillos, nogales, etcétera—, a fin de dar espacio al actual estacionamiento”.
“Los poquitos árboles que quedaron los dejaron ahogados con más de dos metros de tierra, de manera que el agua no llega a sus raíces y terminan por secarse”, dijo.
Es del dominio público que en el predio donde Planigrupo levantó la plaza comercial La Nogalera —que inició operaciones en 2006—, fueron derribados, dos años antes, por lo menos 70 nogales adultos y unos 500 frutales.
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