Vendedores del sur llegan a Saltillo y se suman a la informalidad

Saltillo
/ 23 noviembre 2020

Mientras que la falta de dichas autorizaciones por las autoridades del Ayuntamiento, se harían acreedores a una sanción económica impuesta por el juez

Desde hace varias semanasHace se pueden ver por las calles céntricas de la ciudad vendedores ambulantes llegados desde el sur del país, con la esperanza de recuperar lo perdido durante los meses de confinamiento y venta nula en sus entidades, encontrando en el primer cuadro de la ciudad un sitio para la informalidad.

Extraño para los transeúntes, dichos comerciantes tienden bolsas negras o sábanas sobre las banquetas de las calles de Allende, Aldama y Victoria, donde exponen productos “artesanales” como collares, aretes y bolsas y plantas o macetas.

Según los propios vendedores, arribaron a Saltillo con la esperanza de vender su mercancía que ofrecían en el sur del país en las ferias o Guelaguetzas que debido a la pandemia, fueron canceladas.

PODRÍAN SER MULTADOS

Aunque ninguno refiere que elementos de la Policía Municipal los haya detenido o agredido, temen que puedan ser multados pues desconocen de qué manera operan los comerciantes ambulantes en el Centro Histórico.

“No nos dicen nada, pero sí dicen algo, nos quitamos, mientras que conseguimos lugar en algún mercado o algo, sacamos lo que podemos aquí en la banqueta”, expresó una de las comerciantes ambulantes.

Según el artículo 26 del Reglamento de Mercado Municipales y Uso de la Vía y Espacios Públicos de Actividades de Comercio en Saltillo, para realizar cualquier actividad de comercio en la vía y espacios públicos, es necesario obtener un permiso ante el Municipio, que podrá tener una vigencia por horas, días, semana, mes o año, donde se especificará el horario y el lugar de instalación. 

Mientras que la falta de dichas autorizaciones por las autoridades del Ayuntamiento, se harían acreedores a una sanción económica impuesta por el juez.

Por su parte, otros comerciantes ubicados en locales del primer cuadro de la ciudad, consideraron que estos nuevos vendedores no representan una competencia desleal, puesto que sus productos no son iguales a los que venden.

Sin embargo, consideran que la invasión en la banqueta pueda representar un peligro para ellos mismos y los transeúntes.

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