Violencia intrafamiliar en pandemia satura los refugios de mujeres; llegan a operar al 100% en Saltillo
Aunque centros enfrentan recorte presupuestal desde el año pasado, las atenciones se dispararon hasta 30% durante la contingencia, según registros; confinamiento aumentó cifras de violencia intrafamiliar en el estado.
El incremento en los índices de violencia intrafamiliar en Coahuila durante la pandemia, saturó los refugios para mujeres que sufren de violencia o están en riesgo. Algunos centros ubicados en Saltillo reportan hasta un 100 por ciento de ocupación durante 2021.
Al inicio de la pandemia, con el confinamiento obligado, los refugios de mujeres maltratadas mantuvieron su promedio de atenciones, sin embargo en meses subsecuentes empezaron a registrar un aumento en la demanda, junto con el incremento en los índices de violencia intrafamiliar en la entidad.
Refugios como el de Fundación Luz y Esperanza y Nuevas Opciones de Vida registran un promedio de ocupación de entre el 90 y 100 por ciento de su capacidad durante los primeros meses del 2021, atendiendo a alrededor de 10 familias cada 3 meses, periodo que permanecen en el lugar.
Las casas de transición del Centro de Justicia y Empoderamiento para las Mujeres también reciben a quienes han sido violentadas o están en riesgo de serlo y, en lo que va del 2021 han dado refugio a 190 mujeres.
Laura Ivonne Valdés Martínez, directora de la asociación civil Nuevas Opciones de Vida, señaló que la violencia familiar debe ser considerada una segunda pandemia, pues factores como el confinamiento y la crisis económica, agravaron los casos de violencia contra las mujeres.
Ese refugio ha mantenido desde el inicio del 2021 cupo lleno de atención a 10 mujeres de manera simultánea, su máxima capacidad. Algunas de ellas están acompañadas por sus hijos y permanecen por un periodo de tres meses, aunque pueden prolongar su estancia por su situación jurídica o por el riesgo que corren si abandonan el lugar.
“Hemos recibido a mujeres en etapa de gestación y sin una red de apoyo no se les puede despedir del refugio. Durante su estancia se ofrece una atención psicológica, asistencia, legal, médica y pedagógica para todos los integrantes de las familias”, comentó la directora.
Por su parte, el refugio de la Fundación Luz y Esperanza cerró el 2019 con un total de 24 familias refugiadas y 31 durante el 2020, es decir aumentando un 29 por ciento en un año.
Aunque por ahora se mantiene con un total de 2 familias, durante el inicio de este 2021 y hasta julio, su cifra de mujeres refugiadas también era de 7 familias, para reducirse durante el segundo semestre, atendiendo a un total de 21 familias en el albergue hasta el momento.
Sin embargo, existe “una cifra negra” de mujeres que igualmente huyeron de sus hogares hacia la casa de sus padres, familiares o amigas, que gracias a su red de apoyo, no requerían un albergue dónde refugiarse, pero sí salir de sus casas para protegerse de su agresor.
De acuerdo con el Banco Estatal de Datos Sobre Violencia Contra las Mujeres y Niñas del Estado de Coahuila, tan sólo en el último trimestre (julio-septiembre), un total de mil 223 mujeres han sido atendidas por primera vez en el Centro de Justicia y Empoderamiento para las Mujeres de la Región Sureste, y 269 más en el Instituto para las Mujeres.
El incremento en las atenciones se da después de que en el 2020 fuera recortado el presupuesto para los refugios de mujeres y con una caída en las donaciones por la crisis económica detonada por la pandemia.
Para la Fundación Luz y Esperanza, cada mujer que llega les representa un gasto de 70 mil pesos mensuales, monto que se destina a su alimentación, ropa, documentación, servicios y la atención integral que se brinda, mientras que para Nuevas Opciones de Vida el monto asciende a cerca de 56 mil pesos.