Se necesita urgentemente eficientar las operaciones de los sistemas de agua: Rosario Sánchez
COMPARTIR
“Los diseños inteligentes, la recuperación de calor, la optimización de procesos térmicos y una visión integral de eficiencia pueden marcar la diferencia”, destacó la experta en el tema
En un escenario de sequías, normas ambientales más estrictas y el aumento de los costos de energía, maximizar la eficiencia operativa de los sistemas de agua se vuelve tan urgentemente necesario como reforzar el suministro.
“No se trata solo de hacer lo obvio, como reparar fugas o cambiar bombas”, sostuvo la experta en el tema, Rosario Sánchez Flores, en un nuevo análisis sobre la problemática de la escasez de agua y su gestión.
TE PUEDE INTERESAR: Saltillo repara más de 48 mil 500 baches en calles de la ciudad con programa ‘Aquí Andamos’
“Los diseños inteligentes, la recuperación de calor, la optimización de procesos térmicos y una visión integral de eficiencia pueden marcar la diferencia”, subrayó.
Propuso, como “un punto destacado”, los intercambiadores de calor, que “pueden recuperar hasta un 40 por ciento del calor producido en plantas de digestión anaerobia de aguas residuales”.
“Eso significa menos energía térmica desperdiciada, menor factura eléctrica y un menor impacto climático”, explicó la investigadora.
Otro dato clave: los sistemas de agua y aguas residuales consumen alrededor del 4 % de la energía eléctrica mundial, en buena parte, por bombeo, observó.
“Con precios de electricidad subiendo hasta un tercio desde 2021, esas pérdidas energéticas se traducen también en pérdidas económicas y ambientales”, hizo notar Sánchez Flores.
Coincidió con su homólogo Matt Hale en cuanto a que la eficiencia es un factor crucial para el sector del agua, tal como el especialista lo refiere en “iagua”, medio orientado a debatir sobre la gestión del vital recurso.
Habría señalado que “muchas empresas también deben enfrentarse a retos locales o regionales adicionales”, debido a que el sector del agua, efectivamente, “atraviesa por momentos difíciles”.
A esto se agregan problemas globales, como los efectos del cambio climático en la disponibilidad de agua potable, el aumento de las normativas medioambientales, el encarecimiento de la energía y los desafíos relacionados con infraestructuras envejecidas, la contaminación, los “químicos eternos” y los microplásticos.