Se viraliza video de exploradores urbanos que ingresan al viejo molino La Colmena de Saltillo
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A primera vista, el viejo edificio que alguna vez albergó los emblemáticos molinos La Colmena puede pasar desapercibido para los habitantes de Saltillo. Sin embargo, para los forasteros y los aventureros urbanos, la antigua edificación se erige como un fascinante enigma, un vestigio de un pasado industrial que guarda historias invaluables entre sus muros en ruinas y merece ser explorado.
Recientemente, el canal de YouTube “tikiboow7505” ha renovado el interés por este monumento histórico al adentrarse en su interior y documentar su estado actual.
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Conocidos por explorar y registrar edificaciones abandonadas, los jóvenes youtubers han compartido un video que revela el desolador panorama que hoy presenta La Colmena, que aunque esta casa editorial ya lo ha documentado en diversas publicaciones, siempre llama la atención el hecho de que se dé a conocer el interior de esta vieja edificación.
El edificio, otrora una joya de la industria harinera del norte de México, muestra signos claros de abandono y deterioro. En las imágenes se pueden ver escritorios cubiertos de polvo y papeles, como si el tiempo se hubiera detenido, ofreciendo una visión nostálgica del dinámico pasado del molino.
El video, que ha capturado la atención de más de 2300 espectadores que reaccionaron, ha generado una ola de comentarios nostálgicos y de tristeza en redes sociales. Los espectadores se lamentan por el estado de un lugar que alguna vez fue un pilar de la industria regional. Comentarios como: “Que tristeza, que la hayan dejado caer, es una empresa icónica de Saltillo, sus instalaciones son asombrosas” reflejan el dolor colectivo por la pérdida de un ícono.
UN PILAR DE LA HISTORIA INDUSTRIAL
Fundado en 1856, el molino La Colmena fue una pieza clave en la historia de Saltillo. Durante el siglo XX, la edificación pasó por varias etapas significativas, incluyendo una modernización crucial con maquinaria francesa bajo la operación de los hermanos De la Fuente. En 1934, el molino fue adquirido por un grupo de inversionistas locales que revitalizaron la marca con la harina “El Diluvio”, convirtiéndolo en el molino más grande del norte de México.
El auge de La Colmena continuó bajo el control del Grupo Gruma, un gigante en la producción de harina de maíz que mantuvo el molino hasta su cierre. A pesar de su historia gloriosa, el edificio cayó en desuso y fue eventualmente cerrado. Las razones detrás de su clausura siguen siendo en parte misteriosas, con teorías que van desde la insostenibilidad de la producción hasta la falta de rentabilidad.
EL FUTURO DE UN ÍCONO ABANDONADO
Hoy en día, el molino La Colmena se encuentra en un estado de ruina, con su perímetro de más de 400 metros rodeado por bardas de ladrillo y silos de concreto deteriorados. La maleza y el deterioro han cubierto el esplendor que alguna vez tuvo, dejando un paisaje desolador pero evocador de una época dorada.
A finales de 2020, la edificación fue puesta nuevamente a la venta, un intento de buscarle un nuevo propósito o destino. La falta de interés y la dificultad para conservar este tipo de patrimonio industrial hacen que su futuro sea incierto. Sin embargo, el interés renovado en su historia y su impacto cultural podría ser clave para su preservación.
La historia de La Colmena es un recordatorio de cómo el tiempo puede transformar un vibrante centro de actividad en una sombra de su antiguo esplendor.
La pregunta ahora es si habrá un esfuerzo concertado para salvar este ícono histórico o si continuará su lento descenso hacia el olvido.