‘Si nos vamos, nos vamos felices’: familia de motociclistas rueda desde Querétaro para conocer Viesca
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Desde San Juan del Río en Querétaro, el pasado viernes salió el contingente del Moto Club Camellos, capítulo Querétaro. Siete motos y dos autos con 13 personas a bordo salieron para pasar todo un día recorriendo las carreteras desde el centro del país hasta Matamoros, Coahuila.
Pero entre estos pilotos hay una peculiaridad; y es que sobre los caballos de acero de gran cilindrada viene la familia Pérez Briseño, conformada por abuelo y abuela, mamá y papá y sus dos hijos, que apenas alcanzan la mayoría de edad.
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Gustavo Pérez comenzó su vida en moto a los 8 años, ahora sus padres, su esposa y sus hijos comparten la pasión por los kilómetros sobre dos ruedas que recorren prácticamente cada fin de semana.
“Siempre con todas las medidas de precaución, no hay nada que sobre. Yo le digo mucho a mis hijos que en las motos no hay margen de error. Siempre les insisto en revisar las motos para prevenir algún accidente”.
Aunque Gustavo ya tenía el gusto por las motos, su esposa Carla tuvo que aprender sobre esta forma de vida, adaptándose de tal manera que ahora ve a sus hijos recorrer las carreteras del país a su lado y recordar la primera salida aún le trae lágrimas a los ojos.
“Da más miedo que gusto verlos rodar, pero los he visto mejorar muchísimo en los dos años que han rodado y la primera vez fuimos a Tequisquiapan, cada quien en su moto y la emoción nos ganó, veníamos llorando y aún me hace un nudo en la garganta recordarlo”.
Roberto Pérez asegura que ver su legado familiar le deja una vivencia en extremo bonita, la convivencia con sus seres queridos a través del mototurismo le deja grandes satisfacciones y tiempo de calidad con su hijo, nuera y nietos.
“Ahorita de las veces que hemos venido al norte está rodada me gustó bastante, por la visita a las dunas, el evento que hubo en Matamoros y este mundo es fabuloso y conocemos gente, ampliamos nuestros círculos y hacemos muchos amigos”.
Daniel, hijo mayor de este matrimonio biker, asegura que es el poder acompañarse de su familia, se siente muy diferente el apoyo que es incondicional y poder disfrutar el tiempo con su ascendencia en vida.
“La rodada más larga la hice a Parras desde Querétaro y costó mucho por el clima extremo, pero si es tu gusto, hay que estudiar mucho porque las cosas no son baratas, hay que echarle muchas ganas”.
Por último, Gus chico mencionó que, a sus apenas 19 años cumplidos, poder subirse a una moto y ser acompañado por su familia es una aventura que no deja de sorprenderlo en cada salida.
“Sé que es un gusto peligroso donde arriesgamos al máximo nuestra vida cada que salimos, pero, pues, en muchas familias está prohibido, pero aquí lo compartimos y lo hemos dicho: si nos vamos, nos vamos felices”.
Su rodada de casi 2000 kilómetros atraviesa los territorios de Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí y Coahuila y aseguran estar contentos de poder viajar con seguridad por los paisajes de nuestro estado.