Taquería alza la mano por hacer la ‘madre de todas las levantadas’ en Saltillo

Entre regalos y donaciones, Martha Gámez Charles, propietaria de “Tacos Gory”, ha acumulado un total de 35 figuras de Niño Dios en la que se espera que sea una de las levantadas más grandes de Saltillo.

A realizarse este domingo 12 de febrero en el negocio de la calle Río Bravo en la colonia González Cepeda, la taquería albergará al mismo número de padrinos, aunque a diferencia de lo que se acostumbra en otras casas, los padrinos no llevarán bolos para los invitados.

Desde que comenzó la pandemia en 2020, la señora Martha asegura que decidieron cambiar la dinámica de los padrinos y que en vez de dulces donaran artículos para armar despensas y después entregarlas “a quién más lo necesita”.

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“Yo venía y le daba gracias a Dios por permitirme levantarlos un año más y veía bolos tirados, como que solo le sacaban los dulces que querían y después los tiraban”, narra Gámez Charles en entrevista para VANGUARDIA, por lo que uno de sus hijos le sugirió pedirle una práctica diferente a sus padrinos con las despensas a donación.

Señaló que si bien en otros años llegaron a acudir hasta 200 personas a su domicilio, declaró que muchos acudían solo por la gran cantidad de Niños Dios y por lo tanto bolos repartidos. Este año solo espera 70 personas, aunque aclaró que las puertas de la levantada están abiertas al público en general.

Desde hace 43 años inició “Tacos Gory” y hace 45 una cuñada le regaló su primer Niño Dios y desde entonces ha ido acumulando más hasta llegar a 35, todos apadrinados entre familiares y vecinos, siendo su nieta de 22 años la más joven.

Martha Gámez cuenta que el año pasado pudieron donar los paquetes de despensa “a unos tejabanes que están por “Cartonlandia” y a donde se ponen los migrantes”. Cuenta que un matrimonio de la tercera edad se mostró agradecido con su familia pues les llegó la ayuda “del cielo” cuando “no tenían nada para comer”.

La propietaria de “Tacos Gory” agradeció a los padrinos por el esfuerzo que siguen haciendo para llevar despensa a quien más lo necesita y asegura que quien desee sumarse a la donación puede hacerlo, aunque no sean padrinos de algún Niño Dios.

“Conmigo no”, señala Martha ante la pregunta de si siente que la tradición de las levantadas se ha ido perdiendo. “Mientras yo tenga vida, yo no dejo mi fe”, finalizó.