Terapias de conversión ‘crucifican’ a LGBT+ con violencia sexual y psicológica: testimonio
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Las terapias de conversión son procesos de abuso psicológico que buscan erradicar las prácticas homosexuales en sus pacientes, personas que lo sufrieron en carne propia nos hablan del tratamiento calificado como tortura
Los procedimientos que buscan “eliminar las conductas homosexuales” de una persona, mayormente por medio del maltrato, están prohibidas en muchas partes del mundo y algunos estados del país ya han hecho lo mismo, sin embargo en Coahuila siguen vigentes. Personas que vivieron y actualmente pasan por este sufrimiento, hablan al respecto
SEXISMO Y SUMISIÓN
Alejandro actualmente recibe terapia de la Fundación VenSer, organización cristiana tiene su sede en Guadalajara, pero ofrecen servicios en línea. En su página tienen artículos titulados “No a la ideología de género”, “Soy homosexual y no quiero serlo” y muestran el hashtag #Conmishijosnotemetas.
Entre lo expresado por Alejandro, destacó lo relevante que es la religión durante el desarrollo de sus terapias.
“Me hace sentir menos, minimiza mis problemas y se la pasa haciendo comentarios sumamente sexistas, sobre todo comparaciones de mi comportamiento con una mujer y hace énfasis en que cómo yo me comporto solo lo haría una mujer”, expresó Alejandro Morales, paciente activo de terapia de conversión.
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El principal promotor identificado como Everardo Martínez, quien según Alex, llena la terapia a base de agresiones contra la comunidad LGBT+ y la división de géneros en estereotipos sexistas.
“Yo solo espero que pronto se vuelvan ilegales las terapias de conversión, porque constantemente agrede diciendo que me va a ir mal en la vida, que no voy a tener hijos, que nadie verá por mí en el futuro, además de que hacen mucho hincapié en miedos como el SIDA, volviéndose un discurso muy pesado”, dijo Alejandro.
LO VIOLÓ POR ‘ORDEN DIVINA’
Johan Martínez explica que su experiencia fue con los miembros de la iglesias lo orillaron a prestar diferentes servicios.
“Los líderes de los grupos juveniles en la iglesia metieron en mi cabeza la idea de que prestándole servicio a la iglesia iba a curar mi homosexualidad, durante siete años estuve repartiendo volantes, ayudando en eventos y vendiendo burritos para que Dios, supuestamente, me curara”, externó Johan.
Contó para VANGUARDIA que uno de sus vecinos, adulto, presuntamente muy interesado en la religión, lo invitó junto a los niños “para hablar de Cristo”, sin embargo prestó especial interés en Johan juzgándolo como “amanerado”; le dijo que “era un error (como persona) y Dios no lo quería”.
Después, lo invitó a ver películas, pero abusó de él a base de tocamientos e incluso llegando a la penetración anal, excusándose en que “Dios se lo pidió para quitarle lo homosexual”, expresa Johan.
Además de lo sufrido por externos, Johan creció con la idea de que “Dios le iba a curar la homosexualidad”, explica que lo orillaron a ayunar, alimentándose de semillas y vasos de agua, y pasaba noches en vela estudiando la Biblia para cumplir los requerimientos de la iglesia.
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“Me hicieron sentir culpable por explorar mi cuerpo, explorar mi sexualidad y me orillaron a tener prácticas sexuales poco seguras, el daño colateral llegó a un trastorno de ansiedad que tengo que tratar en terapia con un profesional”, declaró Johan.
Johan expresa que le parece fundamental prestar más atención a las iglesias y a ésta clase de grupos. Evitar el rechazo y querer algo que no se puede curar es una práctica que debe erradicarse desde el punto de vista del entrevistado.
CULTURA DE CASTIGO
Nathaly Rodríguez Sánchez es doctora en ciencias sociales y catedrática de la Universidad Iberoamericana en Puebla, quien ha hablado de las formas de operación de éstos centros.
La doctora expresó para una de sus cátedras que éstos centros defienden sus actos con la justificación de la preservación de las buenas costumbres. Además de señalar a México como un país históricamente homofóbico.
Nathaly explica que las sociedades imponen un comportamiento a base de la genitalidad de las personas, creando una cultura de castigo que no va en acuerdo con la heteronormatividad social.
ATENTADO CONTRA LOS DERECHOS
Miguel Morales es actualmente miembro activo en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Coahuila, además es quien actualmente se encuentra al frente de la iniciativa de reforma presentada en el Congreso del Estado de Coahuila, con el objeto de erradicar las terapias de conversión.
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La fundamentación presentada por Morales encuentra sustento en el artículo 239 del Código Penal del Estado, el cual sanciona los actos de discriminación por diferentes motivos entre ellos las preferencias sexuales. Según palabras de Miguel, la reforma va de la mejor manera y están en espera de una respuesta por parte del Congreso.