Termoeléctrica Guadalupe Victoria destruye el medio ambiente, denuncian ejidatarios de Villa Juárez, Durango

Coahuila
/ 4 octubre 2024

La flora aledaña al Nazas ha sido arruinada, además de que el parque nacional Raymundo padece lo mismo, aseguran

COMARCA LAGUNERA, DGO.- La Termoeléctrica Guadalupe Victoria destruye el medio ambiente, la agricultura y el sustento hídrico que es el río Nazas, denuncian ejidatarios de Villa Juárez, Durango.

Desde hace décadas hay contaminación por aguas tóxicas que desecha la planta junto con empresas privadas, éstas fluyen por canales, caminos y rancherías hasta las riberas del río Nazas.

La flora aledaña al Nazas ha sido arruinada, además de que el parque nacional Raymundo padece esta misma contaminación.

Los remanentes del río Nazas, que significaban riegos extras a cultivos de parcelas cercanas, han impactado la economía familiar; sin embargo, señalan, no es menor problema el agotamiento de los mantos acuíferos, que redujeron la producción de hortalizas de plantas.

Esto significó que se dejara de sembrar tomate, chile, zanahoria, calabaza, pepino, melón y sandía. También mermaron las jaras y los carrizos que servían para las artesanías como las sillas, sillones, mesas, cubiertas de lámparas; mismos que dieron fama a Villa Juárez y eran sustento de familias completas.

Toda la destrucción dio lugar a que la población sufriera migración forzada, pobreza, vicios y delincuencia; porque fue despojada de las fuentes naturales de agua y obligada a vivir bajo el yugo contaminante de la termoeléctrica y de la inacción avariciosa de autoridades perversas.

Por lo tanto, piden la reparación del daño a la comunidad, reforestación de riberas del río Nazas con campos y poblaciones, la construcción de un vivero-invernadero ejidal, para la recuperación del cultivo de hortalizas y elevar la calidad alimenticia en la comunidad.

Respecto al convenio firmado en 1990 entre ejido Villa Juárez, Federación y Gobierno de Durango que estipula la remuneración justa de los terrenos expropiados para la central eléctrica, nunca se ha llevado a cabo, señalan.

En un desplegado, los habitantes de esta comunidad afirmaron que se enfrentan a lo que consideran una enorme destrucción de su medio ambiente por esta contaminación.

COMARCA LAGUNERA, DGO.- La Termoeléctrica Guadalupe Victoria destruye el medio ambiente, la agricultura y el sustento hídrico que es el río Nazas, denuncian ejidatarios de Villa Juárez, Durango.

Desde hace décadas hay contaminación por aguas tóxicas que desecha la planta junto con empresas privadas, éstas fluyen por canales, caminos y rancherías hasta las riberas del río Nazas.

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La flora aledaña al Nazas ha sido arruinada, además de que el parque nacional Raymundo padece esta misma contaminación.

Los remanentes del río Nazas, que significaban riegos extras a cultivos de parcelas cercanas, han impactado la economía familiar; sin embargo, señalan, no es menor problema el agotamiento de los mantos acuíferos, que redujeron la producción de hortalizas de plantas.

Esto significó que se dejara de sembrar tomate, chile, zanahoria, calabaza, pepino, melón y sandía. También mermaron las jaras y los carrizos que servían para las artesanías como las sillas, sillones, mesas, cubiertas de lámparas; mismos que dieron fama a Villa Juárez y eran sustento de familias completas.

$!Llaman ejidatarios a que se les ayude a reparar el daño, que aseguran, se ha sufrido.

Toda la destrucción dio lugar a que la población sufriera migración forzada, pobreza, vicios y delincuencia; porque fue despojada de las fuentes naturales de agua y obligada a vivir bajo el yugo contaminante de la termoeléctrica y de la inacción avariciosa de autoridades perversas.

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Por lo tanto, piden la reparación del daño a la comunidad, reforestación de riberas del río Nazas con campos y poblaciones, la construcción de un vivero-invernadero ejidal, para la recuperación del cultivo de hortalizas y elevar la calidad alimenticia en la comunidad.

Respecto al convenio firmado en 1990 entre ejido Villa Juárez, Federación y Gobierno de Durango que estipula la remuneración justa de los terrenos expropiados para la central eléctrica, nunca se ha llevado a cabo, señalan.

En un desplegado, los habitantes de esta comunidad afirmaron que se enfrentan a lo que consideran una enorme destrucción de su medio ambiente por esta contaminación.

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