Todos los días huele a muerte: vecinos del rastro de Saltillo
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la plaga de moscas
Los habitantes de las colonias aledañas al Rastro Municipal aseguran que en poco más de año y medio de pandemia, el fétido olor que despide la muerte de las reses se cuela hasta las recámaras de sus hogares.
“Qué nos va a dar COVID aquí, si todo el día huele a cadáver junto con el mosquerío que no nos deja”, comentó Lluvia Flores de la colonia Parajes de Santa Elena, mientras limpiaba con cloro el patio de su casa.
En días donde los rayos del sol son más fuertes, el olor se intensifica, colándose por ventanas y puertas, aseguran los vecinos del Rastro, pese a mezclar desinfectantes y cloro no logran desaparecer el olor putrefacto que penetra sus hogares.
“Nombre, es de todo el día, pero a medio día el olor es todavía más fuerte, igual que las moscas, no hay forma de que no huela, aunque uno cierre las ventanas.
“Además cuando hace calor, no se puede tener cerrado, es un olor insoportable, a veces hasta los perros callejeros se traen huesos con restos de carne pegada y es lo que huele todavía más, como echado a perder”, agregó Dora Garza, de la calle Santa Alejandra de la misma colonia.
Señaló que desde hace 7 años, cuando adquirió la casa cuestionaron que estaba ubicada en la última calle que colinda con la malla ciclónica del Rastro, la constructora aseguró que colocaría una barda frente a sus casas para mitigar el olor “pero no se ve nada de la dichosa pared”, dijo.
Ni siquiera tras las suspensiones de la Procuraduría de Protección al Ambiente de Coahuila que ha aplicado al Rastro Municipal ante la descarga de residuos biológicos al drenaje, para después operar de manera legal y echar a andar la planta tratadora de agua, el olor es imposible de detener.