Tragedia minera: Familia Tijerina espera un tercer milagro y que Hugo pueda salir con bien del pozo de Agujita, Sabinas

SABINAS, COAH.- Pesadas se suman las horas desde que los primeros mineros y familiares arribaron al pozo de las Conchas en Agujita, Sabinas, luego de que Raymundo Tijerina logró salir por su propio pie.

Pasaron 18 horas desde que las autoridades llegaron con maquinaria y bombas para iniciar con los trabajos de extracción de agua.

Allá abajo, Raymundo dejó a su hermano, Hugo Tijerina de solo 24 años. La fuerza del agua apenas le permitió salir, no pudo hacer mucho por su consanguíneo, ni por sus otros compañeros, que permanecen a poco más de 70 metros de profundidad.

Acá afuera, Juani Tijerina hermano de Raymundo y Hugo, espera tener noticias pronto, buenas o malas, pero algo que le ayude a calmar el desespero, la zozobra por no saber si su hermano sigue con ellos o ya se les adelantó en el camino.

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SUMIDO EN LA ANGUSTIA

Después de pasar la noche en vela, presenciando los trabajos de rescate, Juani dice que su dolor no le permite ver avances y que el agua se traga a cada minuto las esperanzas que aún guarda.

“Las autoridades nos dicen que ha bajado el agua, de hecho desde que nosotros marcamos vinieron y se quedaron aquí a trabajar”, dice.

“Sí nos han apoyado, pero ahorita lo que queremos es que traigan bombas más grandes para que saquen el agua, o algo que nos ayude a que salga más rápido, porque no ha bajando nada y desde ayer a las dos o tres de la tarde... ahorita nos decían que ha bajado solo 20 o 30 centímetros, también estamos esperando que lleguen los buzos”, dice.

“Rogamos que estén vivos, porque la esperanza es lo último que se pierde, pero si no lo están que nos los entreguen, porque es mucha la desesperación de pensar que no podríamos ni siquiera despedirnos de ellos. Mi corazón dice que está vivo, pero sabemos lo qué es y las horas que han pasado”, agrega.

Y AÚN LE PIDEN A DIOS

La familia Tijerina espera un tercer milagro; el primero fue cuando Raymundo, quién ya está estable pese a haberle entrado agua a los pulmones, caminó hasta su casa para pedir ayuda.

El segundo milagro ocurrió al confirmar que un tercer hermano, Jose Luis, no llegó a tiempo para abordar la camioneta que los transportaba hacía el pozo.

“Lo que pedimos es que saquen rápido el agua, porque entre más pasa el tiempo, más chiquita es la esperanza. Son tres los hermanos que estaban trabajando aquí y queremos que el encargado y el dueño se hagan responsables”, concluye la mujer, quien trata de mantenerse firme.