‘Tu lucha sigue viva’: despiden a Blanca Martínez, defensora incansable de los derechos humanos

‘Tu lucha sigue viva’: despiden a Blanca Martínez, defensora incansable de los derechos humanos

El fallecimiento de Blanca Martínez Bustos deja un vacío profundo en la defensa de los derechos humanos en Coahuila. Fundadora del Centro Fray Juan de Larios y acompañante de familias buscadoras, su legado perdura como faro ético y humano para las luchas sociales en México

Coahuila
/ 10 noviembre 2025
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Tu lucha sigue viva”, “Tu luz permanece en nosotras”, “Tu memoria nos seguirá inspirando”, “Ayudaste a tanta gente a sostener el dolor. Ahora, quienes te queremos tenemos que aprender a sostener el nuestro sin ti”, “Gracias por dejarnos un legado”. Así despertaron las redes sociales este 10 de noviembre.

El dolor, el agradecimiento y la dignidad se entrelazaron en los mensajes de despedida a Blanca Martínez Bustos, activista de tantas causas y voz de quienes buscan a sus seres amados, quien falleció en Saltillo, Coahuila, durante la madrugada de este lunes, a los 62 años recién cumplidos.

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Blanca Martínez era originaria de Torreón, Coahuila, pero a los cinco años se mudó al estado de Guanajuato con sus padres. En su crecimiento se percató de que había luchas en las que se requería insistir, y así, a los 16 años, empezó a integrarse a las actividades del Frente Auténtico del Trabajo, donde tuvo su primer aprendizaje, sin saber que ese sería el inicio de una vida dedicada a la defensa de los derechos humanos.

No fue sino hasta el conflicto armado en Chiapas y el levantamiento zapatista cuando amigos cercanos la invitaron a colaborar en la Comisión Nacional de Mediación, donde conoció al obispo Samuel Ruiz, quien más tarde la integró al Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas. Ahí, Blanca acompañó la defensa de los territorios indígenas y comprendió que el activismo era también una forma de cuidar la vida.

$!En cada marcha, reunión o acto de memoria, la presencia de Blanca Martínez simbolizaba la esperanza frente a la impunidad. Hoy, sus compañeras y compañeros reconocen en su legado una guía para seguir luchando por la verdad y la dignidad de las víctimas.

Fue en Chiapas donde Blanca conoció a Fray Raúl Vera, obispo emérito de Saltillo, quien terminó sustituyendo a Samuel Ruiz por órdenes eclesiásticas, sin saber que el activismo por los derechos continuaría. Con el tiempo, ambos fueron reubicados en la Diócesis de la capital coahuilense.

Así fue como Blanca Isabel Martínez Bustos llegó a Saltillo en 2009, invitada por él, en el contexto del fuego abierto de Los Zetas tras la declaratoria de la “guerra contra el narco” de Felipe Calderón.

Aunque ella insistía siempre en que, cuando la invitaron, en realidad venía con la idea de fortalecer la prevención y promoción de derechos, pronto se encontró con una realidad urgente: cientos de familias buscaban a sus desaparecidos en medio del silencio y la colusión institucional.

De esa necesidad nació Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (FUUNDEC) y, con ella, el impulso para fundar el Centro de Derechos Humanos Fray Juan de Larios, que Blanca encabezó durante los últimos años.

Desde ahí acompañó a madres, padres, hermanas y hermanos que buscaban verdad y justicia, pero también se convirtió en consejera, amiga y, sobre todo, en defensora de esas voces y de sus derechos, no solo de los hijos a quienes buscaban.

Pero su compromiso trascendió la desaparición forzada. Su palabra también iluminó otras causas: la defensa de las personas migrantes, los derechos laborales, la movilidad y el medio ambiente. Era buscada por activistas, periodistas y organizaciones que encontraban en ella una brújula ética y humana. Su nombre se volvió una referencia de la lucha social.

A lo largo de su trayectoria recibió reconocimientos como el Premio Nacional de Derechos Humanos “Sergio Méndez Arceo” y el Premio Internacional “Sergio Vieira de Mello”, otorgado al Centro Fray Juan de Larios por su labor humanitaria.

Otro de los reconocimientos fue su inclusión en el libro infantil divulgado por la ONU, Las valientes aventuras de mujeres defensoras, donde su historia forma parte de los relatos de 25 mujeres defensoras de derechos humanos, junto a figuras como Mercedes Doretti, cofundadora del reconocido Equipo Argentino de Antropología Forense.

Sus amigos y colegas no tardaron en expresar sus sentimientos en cuanto la noticia de su fallecimiento fue confirmada por el mismo Centro de Derechos Humanos Fray Juan de Larios. El deceso fue consecuencia de una complicación quirúrgica tras una operación por problemas en el esófago realizada el miércoles pasado.

“Me duele tu partida porque no solo fue amistad, fue formación mutua. Fuiste espejo, empuje, descanso y reto (...). Qué ironía, amiga: tú ayudaste a tanta gente a sostener el dolor, y ahora quienes te queremos tenemos que aprender a sostener el nuestro sin ti”, escribió Alberto Xicoténcatl, director de la Casa del Migrante de Saltillo.

“Hace apenas unos días, Blanca nos acompañó a la exposición contra el fracking en Coahuila. La saludé, le agradecí. Ahora sé que en ese último abrazo le agradecería por todo, por todo lo que ha sido Blanca: un verdadero ejemplo de lucha y fortaleza”, recordó Daniela Hernández.

$!Su nombre quedó ligado a la búsqueda de justicia para las familias de desaparecidos, pero también a la defensa de migrantes, trabajadores y comunidades vulnerables.

“Hemos perdido a una admirable compañera de lucha por los derechos humanos. Una mujer que comprometió su vida en la defensa de los más vulnerables y en levantar la voz ante la violencia estructural que daña personas y comunidades. La hemos perdido, pero nos queda su legado”, expresó el colectivo Transporte Digno Saltillo.

“Fue capaz de apoyar y organizar uno de los movimientos más importantes de la historia reciente, el de las víctimas de desaparición forzada... La lucha sigue. Adiós, Blanquita”, escribió el investigador italiano Thomas Aureliani.

Desde su primera casa de lucha, el Fray Bartolomé de las Casas, hasta Brigadas Internacionales de Paz, la Red TDT y la Red de Defensoras de Derechos Humanos en México, también llegaron los mensajes y reconocimientos póstumos.

ENTRE FLORES, ORACIONES Y GRATITUD, DESPIDEN A BLANCA MARTÍNEZ EN SALTILLO

Blanca Martínez Bustos fue velada este lunes al norte de Saltillo, rodeada de familiares, amigas y compañeros de lucha: Diana Iris García, María Eugenia Arriaga, Mireya Villarreal, Lourdes Herrera, Jorge Verástegui, Mayela Aldape y todas las personas con las que caminó tomada de la mano, hombro con hombro, en marchas, mítines y en búsquedas.

Su servicio funeral también estuvo rodeado de coronas de los diferentes colectivos y de las familias a las que acompañó en su lucha: Fuundec, Grupo Vida, Amores, FundeNL, e incluso de las Fiscalías del Estado y la Comisión de Búsqueda de Coahuila.

Su madre estuvo presente, quien, entre la añoranza, agradeció enteramente a las personas presentes por haber acompañado a su hija, a quien los presentes describen como una eterna luchadora incansable.

“Gracias por querer a mi hija, era un ángel de la guarda”, expresó.

“Ya cumpliste tu misión, Blanca, y la cumpliste muy bien y diste lo mejor de ti. Esa semilla que viene de sus papás y de su abuela floreció y creció. Siempre luchaste por la paz y la justicia, y siempre estuviste al lado de quien te necesitó”, expresó el padre Martín, quien estuvo presente para rendir la misa durante el acto fúnebre.

Las cenizas de Blanca Isabel Martínez Bustos serán enviadas a Guanajuato, el lugar donde empezó su camino, y este miércoles le rendirán una misa en la Catedral de Saltillo.

Ha publicado en medios nacionales e internacionales desde 2012 cubriendo principalmente temas relacionados con los derechos humanos, la justicia, la transparencia y la democracia. Ha colaborado para agencias internacionales como AFP y EFE y nacionales como SinEmbargo y El Financiero.

Estudió Periodismo en la CDMX y formó parte de la tercera generación del Diplomado de Periodismo y Comunicación para la Justicia de la UNAM. En 2018 fue seleccionado por la OMCT para cubrir la última sesión del Comité contra la Tortura en la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, en Ginebra, Suiza.

Cuenta con el Premio Estatal de Periodismo del 2017 y 2022, y una mención honorífica por reportaje de investigación en el 2021 por el International Center for Journaalists y el Border Hub.

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