Urge acuerdo binacional para cuidar el agua; revela universidad de Texas mapa de acuíferos en la frontera

El Instituto de Recursos Hídricos de Texas en la Universidad Texas A&M publicó este fin de semana el primer mapa completo de acuíferos transfronterizos entre México y Estados Unidos. Una de sus autoras concluye que los habitantes de este territorio deben apostar por la formulación inmediata de políticas públicas necesarias para lograr un desarrollo viable y acuerdos binacionales sostenibles en materia de aguas subterráneas.

”Lo que yo avecino es agua cada vez más cara, y con más vulnerabilidad en los sistemas transfronterizos en cuanto a la contaminación”, explicó Rosario Sánchez Flores, científica saltillense senior del IRHT de la universidad texana.

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“No estamos ajenos nadie en el país, ni en Estados Unidos de que nos ocurra lo que a Nuevo León. Lo único que puede hacer la diferencia es el nivel de planeación, estrategia y adaptación, que no tenemos, para atender este tipo de nueva normalidad, que es la situación permanente de aridez”.

El mapa revela que entre México y Estados Unidos fueron detectados 72 acuíferos transfronterizos, es decir, que ambos países los comparten en un territorio de 135 mil kilómetros cuadrados del lado mexicano y 180 mil kilómetros cuadrados del lado norteamericano. Al menos 28 de estos acuíferos tiene un potencial de bueno a moderado en su calidad de agua y recarga.

“Las implicaciones de este estudio son enormes desde el punto de vista de reservas binacionales, desde el punto de vista de la seguridad hídrica para ambos países, de la relación bilateral, legal, las implicaciones para el tratado de 1944 que no aborda el agua subterránea. Pero sobre todo, tiene implicaciones con relación a los retos del futuro dadas las condiciones de disponibilidad de agua superficial”.

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La especialista refiere que cuando hay sequía, lo primero que se explota es el agua subterránea, y advierte que esta condición de aridez en el país es permanente y cada vez será más severa.

De acuerdo con Sánchez, la mitad de Coahuila está en veda, principalmente los acuíferos del norte. “Ya no podemos depender del medio ambiente, el mensaje es claro, la naturaleza dice con nosotros no cuentes. Implica que tenemos que trabajar con lo que tenemos”.

Desdeñó las estrategias gubernamentales que apuestan por la perforación masiva de pozos.

Sugirió que el enfoque a trabajar sea la conservación, rehuso y tratamiento. Consideró que hay que ajustar el marco regulatorio para uso directo e indirecto del rehuso.