Fernando Marcos cumpliría hoy 100 años

México, DF. Una voz que dejó atrás fronteras y generaciones. Un hombre que forjó historia en el deporte, en la radio, el cine y la televisión. Jugador, árbitro, entrenador, maestro, locutor, abogado y periodista. Fernando Marcos cumpliría hoy cien años de vida (30 de noviembre de 1913) y qué mejor manera de reconocerlo que recordando algunos pasajes de su historia, de su puño y letra... en más de cuatro palabras.

"Yo nací en el año de la Decena Trágica. Mis padres (el asturiano Egidio Marcos y Filomena González) fueron dos de los miles de refugiados en México y por esa causa nací aquí. Fui el último de seis hijos y todos jugábamos beisbol en los llanos, unos con guantes y otros a mano limpia. Yo era catcher, pero un día hacía falta un chamaco para una cascarita de futbol y me invitaron. Tenía 15 años cuando ingresé al Germania, cuyos campos estaban en las calles de Bolívar, pegado a una fábrica de telas Aurrerá.Tres años después tuve la oportunidad de irme al España de la Primera División. Ahí conocí al Pirata Fuente", dijo don Fer para Fernando Marcos, ayer, hoy y siempre, libro de quien esto escribe y editado por el periódico El Nacional, en 1996.

Se acercaba el Mundial de Italia 34 "y teníamos que pelear con Estados Unidos el boleto. El partido tenía que realizarse en Nueva York, pero los organizadores decidieron que fuera en Roma. Nos fuimos a Italia partiendo desde Veracruz en el Orinoco. Fueron 15 días en barco y 15 kilos de más. Dos días antes del partido El Pirata y yo nos fuimos a pasear por una avenida romana. Benito Mussolini era el poderoso de Italia. Los Camisas Negras realizaban una manifestación, nosotros nos metimos entre ellos y cantábamos `¡Me importa madre Benito Mussolini!'. Al tambo por insultos. En el estadio no nos extrañaron. México perdió 4-2 y nos regresamos sin el boleto para Italia 34."

Fernando Marcos volvió a la rutina. "El Pirata se había ido a Sudamérica y a mí me dieron una brutal patada en la rodilla que me mandó al retiro, pero era maestro normalista y daba clases en la escuela Marcelino Dávalos, en La Merced. Ahí conocí a la maestra Rosita López Montoya, a quien le tocaba la guitarra desde la ventana de su salón de clases. Nos casamos en 1940. Tuvimos dos hijos (Fernando y Alonso) y seis nietos. Cambié de carrera y me fui a la Universidad. Buscaba ser abogado."

En 1937 inició una carrera muy corta como árbitro, ingrata actividad. "Una tarde marqué un penal en favor del Asturias. Empataron Asturias y Necaxa y Horacio Casarín salió lesionado". Aquella noche algunos aficionados provocaron el famoso incendio en el Parque Asturias.

"Fui abogado, inspector de camiones y, por cosas del destino, terminé haciendo documentales. Desde Berlín traduje y grabé 16 rollos de película con historias nazis, con el legendario Jesse Owens, corredor negro, como personaje principal. También conocí a Hitler. Cámara, EMA y Cada Jueves eran noticieros de pantalla grande, donde se daba información de la Segunda Guerra Mundial y la posguerra. Era el tiempo en que la gente iba al cine a ver películas y a enterarse de las noticias."

En 1948 se acercaban los Juegos Olímpicos de Londres y el ex jugador ganó el concurso para ir con la representación de México. "La prueba la hicimos El Mago Septién, Paco Malgesto, Sony Alarcón y yo. Al regresar me entero que Salvador Elizondo me había nombrado productor ejecutivo de películas de Miroslava, Marga López y Tito Guizar. Todos dirigidos por El Indio Fernández. Después hice el noticiero cinematográfico Actualidades, de Excélsior. Hice más de cinco mil."

Como periodista deportivo, una dura crítica al Asturias originó que el presidente del Centro Asturiano, don Paulino Coto, lo retara a que dirigiera al equipo para demostrar cómo se debía entrenar.

"Puse al equipo en primer lugar y de ahí siguieron llamados para el Marte, Necaxa, Toluca y América. También dirigí a la selección mexicana, primero la juvenil y muchos años después a la mayor. Duramos invictos un año (1959) y el juego más memorable fue el que tuvimos en el estadio de Ciudad Universitaria ganándole a Inglaterra por 2-1. Raúl Cárdenas y Chava Reyes sepultaron al cuadro inglés. En 1960 dije adiós a esta faceta y de inmediato me dediqué al periodismo. Fui director de la sección deportiva de La Prensa, fundé Ovaciones y estuve también en El Universal y El Nacional. En televisión pasé por Televisa y luego me fui al Canal 13, donde fui parte de Los Protagonistas. Después de 10 años hablé con José Ramón (Fernández)  y le dije que ya eran muchos años. Fue después de Italia 90. También fui locutor de la XEAI y tuve dos frases que pegaron: "El último minuto también tiene 60 segundos" y "Bueno, eso digo yo, pero usted, ¿qué opina?"

¿Cómo surge lo de las cuatro palabras? "Un día estaba haciendo un comentario y se acabó el tiempo, entonces el productor me dijo: `¡Rápido, despide!'. Yo dije al aire: `Como ya no tenemos tiempo me van a permitir despedir el programa en cuatro palabras: Muchas gracias, buenas tardes'. Llegó El Ché Ventura y me dijo que siempre me despidiera haciendo un comentario en cuatro palabras. Y así lo seguí haciendo."

A Fernando Marcos se le atribuye el encono entre el América y el Guadalajara. Además, siendo entrenador del América ganó tres partidos consecutivos a equipos tapatíos (Oro, Atlas y Guadalajara) por marcador de 2-0. Él declaró que "la nueva forma de marcar por teléfono a Guadalajara es 2-0, 2-0, 2-0", despertando la antipatía de la gente de Guadalajara y, de paso, creando la rivalidad más importante del futbol mexicano.

Don Fernando Marcos murió en el año 2000, a los 87 años de edad. ¿Las cuatro palabras?... Hoy cumpliría el centenario.