La historia de Oribe Peralta, un campeón

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CENTRAL DEPORTIVA te cuenta la trayectoria de vida de Oribe Peralta, un delantero con espíritu de `guerrero'.
Esta es la historia de un niño que soñaba en convertirse en un `guerrero' del futbol. Desde pequeño, encontró en un balón a su mejor amigo, su cómplice de las travesuras que alimentaban su espíritu aventurero y que al pasar el tiempo se convertiría en su más preciado tesoro.
Las canchas del ejido `La Partida', en Torreón, atestiguaron el nacimiento de una nueva estrella, pues desde los 12 años, este intrépido niño de nombre Oribe Peralta empezó a mostrar cualidades únicas de un talento que prometía para más.
Teniendo consigo la inspiración en su padre, Don Miguel Peralta, el niño de La Partida comenzó un sueño cuyo trayecto traería alegrías, tristezas, logros y también tropiezos. El torneo de `La Ranchera' fue el lugar idóneo para que el pequeño diera sus primeros pasos en este deporte, que más que un pasatiempo, era ya su estilo de vida.
Es por ello que Oribe no se dejó intimidar por los otros niños que lo rebasaban en edad, pero no en ímpetu. La tenacidad, constancia y valores inculcados por su familia le otorgaron una valiosa formación en la que no tenían cabida las distracciones propias de un adolescente de su edad.
Pronto, Oribe se había convertido en un joven ávido de triunfar en el futbol, deporte que había dejado de ser un simple juego de niños y que ahora veía como una profesión de la que se había enamorado desde muy temprana edad.
El camino para este joven no comenzó con el pie derecho, pues a pesar de que su familia siempre le dio su apoyo, había que hacer muchos sacrificios para que Oribe lograra alcanzar su sueño. La recompensa llegó años después, cuando en el 2002 Morelia le dio la oportunidad de pertenecer a sus filas y cumplir su primera meta: pertenecer a un equipo de primera división. Fue hasta el Clausura 2003 cuando Oribe jugó sus tres primeros minutos en el máximo circuito.
A partir de ese momento, Oribe comenzó una lucha interna por destacar, por ser un delantero eficaz, de esos que marcan diferencia sobre el terreno de juego. Monterrey, Santos, Jaguares e incluso Chivas en la Libertadores fueron los equipos en donde probó suerte, siendo Santos el equipo con el que consiguió su primera estrella en el 2008 y el conjunto chiapaneco en donde logró desarrollarse mejor.
Oribe había logrado rápidamente hacerse de un nombre, aunque no tenía el reconocimiento por el que había peleado tanto. Fue a su regreso a la Comarca cuando el apodado `Cepillo' catapultó un talento nato e indiscutible.
El niño de La Partida era ya un delantero prácticamente invencible, un atacante letal, el hilo conductor de un equipo que añoraba tanto como él el campeonato. Sus buenas actuaciones le trajeron el honor más grande que un `guerrero' podía tener: representar a la Selección Nacional, un premio al esfuerzo, humildad y trabajo que lo han forjado como un ejemplo de vida.
Oribe Peralta disfruta de un momento sin igual, pues ha visto cumplidos sus sueños y aunque aún quedan muchoscapítulos por escribir en su historia, hoy puede presumir por todo lo alto ser un `guerrero' cuya magia con los pies lo convirtió en el Campeón de la Comarca Lagunera.