Aston Martin DBS Superleggera, un Gran Turismo muy rápido y muy elegante
COMPARTIR
El DBS Superleggera es un claro exponente de lo que un GT debe ser comenzando por el diseño. Desde el primer vistazo es fácil identificarlo como uno de los modelos más especiales de Aston Martin
POR GERARDO GARCÍA PARA MOTORPASIÓN MÉXICO
Con el Aston Martin DBS Superleggera, la firma inglesa revive dos nombres valiosísimos de su historia. Por un lado trae de vuelta el linaje de las letras DBS —que datan de 1967— y, por el otro, marca la resurrección del apellido Superleggera para crear uno de los deportivos más sofisticados, elegantes y capaces de la faz de la Tierra.
El DBS Superleggera es un claro exponente de lo que un GT debe ser comenzando por el diseño. Desde el primer vistazo es fácil identificarlo como uno de los modelos más especiales de Aston Martin. Sigue la genética del DB11, pero se viste con una amplia gama de accesorios aerodinámicos que no hacen más que incrementar su atractivo y echarle una mano a la hora de conducir en pista.
Con herencia del DB11 y de la Fórmula 1, el kit exterior del DBS Superleggera es un capricho a la vista y una joya de ingeniería capaz de generar una carga aerodinámica de hasta 180 kg para mantenerlo bien pegado al asfalto cuando el velocímetro busque llegar al límite. En su desarrollo también se tomó muy en cuenta el trabajo realizado antes con los Vantage GTE y Vulcan.
El honor al apellido Superleggera llega al hablar de su construcción. El chasís utiliza la misma base de aluminio del DB11, pero una buena cantidad de piezas de la carrocería están fabricadas en fibra de carbono para conseguir una reducción de peso de 72 kilos. En báscula, lo nuevo de Aston Martin se queda apenas por debajo de 1,700 kilos; pesa exactamente 1,693 kg.
De 0 a 100 km/h en 3.4 segundos
El responsable de llevar al DBS Superleggera de 0 a 100 km/h en 3.4 segundos es un motor V12 de 5.2 litros twin-turbo que ya hemos visto en otros modelos, pero que en el caso concreto de este modelo desarrolla 725 hp y 663 lb-pie. El conjunto es operado a través de una transmisión automática ZF de ocho velocidades, puesta a punto para cumplir con cualquier capricho de conducción velocista. Por poner un ejemplo, acelerar de 80 a 160 km/h le toma únicamente 4.2 segundos.
Entre otras soluciones, el DBS Superleggera también utiliza un diferencial mecánico de deslizamiento limitado y control vectorial de par, con el objetivo de mejorar su paso por curva y asegurar un buen nivel de tracción en distintas situaciones. Se suma también un selector de modos de manejo GT, Sport y Sport Plus para ajustar el reglaje del chasís y la respuesta del motor.
De serie se incluyen amortiguadores adaptativos, con sensores capaz de anticiparse a las condiciones de manejo, aunque los ajustes también puede realizarlos el conductor desde la cabina.
El equipamiento que se merece un Gran Turismo de ensueño
Pese a su enorme enfoque hacia la velocidad, el Aston Martin DBS Superleggera no se olvida de la elegancia ni de los lujos propios de un Gran Turismo. En ese sentido, encontraremos una cámara de visión de 360º, asistente de estacionamiento, tapicería en cuero aromático, detalles en Alcántara, sistema de sonido DAB, navegación satelital e incluso un puerto de conexión WiFi.
El abanico de equipamiento opcional es muy amplio e incluye una gran variedad de elementos para personalizar el vehículo. Entre ellos se encuentran dos juegos de rines, los de serie con diseño en Y y unos ligeros de doble radio con dimensiones de 21 pulgadas para ambos. El auto incluye neumáticos Pirelli diseñados especialmente para este modelo.
Los pedidos ya se encuentran abiertos y las primeras entregas están programadas para el tercer cuatrimestre de este año. Su precio base en Estados Unidos es de 304,995 dólares, 6.09 millones de pesos al tipo de cambio actual.
POR GERARDO GARCÍA PARA MOTORPASIÓN MÉXICO