Con brillantez y clase

Deportes
/ 7 abril 2017

    El Zócalo de la Ciudad de México fue transformado en una arena de boxeo el pasado sábado 1 de abril, en un hecho inédito en la historia del deporte de nuestro país. Por primera vez se presentó una función de boxeo profesional en este sitio tan emblemático y representativo para el pueblo de México.

    Fue la cartelera boxística número 6 mil 170 en la capital del país, desde el 15 de septiembre de 1918, cuando se registró aquí la primera función de boxeo —de manera organizada y profesional— con el triunfo del norteamericano Jim Smith “Black Diamond” al noquear en dos rounds al representante de suiza Artur Cravan, según detallan los historiadores del boxeo en la nación.

    Desde entonces, se ha presentado boxeo en diferentes escenarios: Estadio Azteca, Plaza de Toros México, Plaza de Toros de la Condesa, salas cinematográficas, salones de eventos sociales, deportivos, gimnasios, mercados al aire libre, arenas de boxeo, hoteles y carpas de circo. Nunca antes en la histórica Plaza de la Constitución.

    Para esta ocasión se instaló el ring frente a la Catedral,  en el punto más próximo a la calle 5 de mayo, se asentaron tribunas tubulares y sillas alrededor del cuadrilátero, además de pantallas gigantes en los cuatro puntos cardinales para mayor comodidad de los más de 20 mil aficionados que se dieron cita en esta memorable cartelera boxística. ¡El escenario lució espectacular!

    A la capitalina Mariana la “Barby” Juárez no le quedó grande el vistoso marco, al contrario, realizó una extraordinaria pelea y obtuvo el campeonato mundial de peso gallo del Consejo Mundial de Boxeo al derrotar por decisión unánime a Catherini Phiri de Zambia, en una gran demostración de calidad, boxeo con técnica, inteligencia, velocidad y precisión. Hizo del jab de izquierda su golpe más importante y dominante para mantener a distancia a su peligrosa rival y al mismo tiempo para iniciar sus ataques con veloces y certeras combinaciones al cuerpo y al rostro de su oponente, que nunca rehuyó al intercambio de golpes y presionó permanentemente a la mexicana.

    Sin embargo, la mejor estrategia de Juárez y su extraordinaria puntería la guiaron a un triunfo inobjetable y claro, además de histórico pues logró su tercer campeonato mundial en diferentes divisiones.

    A los 37 años de edad, Mariana Juárez ofreció una de sus mejores actuaciones. Su desempeño fue sobresaliente y brillante. Hizo lucir sus virtudes técnicas y elegancia para hilar golpes de diferente manufactura, ganchos y rectos de izquierda y de derecha que dibujaron trazos finos y definidos. 

    El cuadrilátero de seis metros le quedó chico a la “Barby” porque su figura se agigantó en cada round y en cada minuto de combate. Los 53 kilos que registró en la báscula para esta pelea significaron sólo el cumplimiento de la más elemental obligación que tiene una  boxeadora porque arriba del ring el peso específico de Mariana Juárez “La Barby” fue mucho mayor que su peso corporal.

    La llamada “Barby” brilló con luz propia en esta improvisada, majestuosa e histórica Arena de Boxeo.

    El Zócalo de la Ciudad de México fue transformado en una arena de boxeo el sábado 1 de abril, en un hecho inédito en la historia del deporte de nuestro país. Por primera vez se presentó una función de boxeo profesional en este sitio tan emblemático y representativo de México.

    Fue la cartelera boxística número 6 mil 170 en la capital del país, desde el 15 de septiembre de 1918, cuando se registró aquí la primera función de boxeo —de manera organizada— con triunfo del norteamericano Jim Smith “Black Diamond” al noquear en dos rounds al suizo Artur Cravan, según marca la historia del boxeo en México.

    Desde entonces, se ha presentado boxeo en diferentes escenarios: Estadio Azteca, Plaza de Toros México, Plaza de Toros de la Condesa, salas cinematográficas, salones de eventos sociales, deportivos, gimnasios, mercados al aire libre, arenas de boxeo, hoteles y carpas de circo. Nunca antes en la histórica Plaza de la Constitución.

    Para esta ocasión se instaló el ring frente a la Catedral,  en el punto más próximo a la calle 5 de mayo, se asentaron tribunas tubulares y sillas alrededor del cuadrilátero, además de pantallas gigantes en los cuatro puntos cardinales para mayor comodidad de los más de 20 mil aficionados que se dieron cita en esta memorable cartelera boxística. ¡El escenario lució espectacular!

    A la capitalina Mariana la “Barby” Juárez no le quedó grande el vistoso marco, al contrario, realizó una extraordinaria pelea y obtuvo el campeonato mundial de peso gallo del Consejo Mundial de Boxeo al derrotar por decisión unánime a Catherini Phir,i de Zambia, en una gran demostración de calidad, boxeo con técnica, inteligencia, velocidad y precisión. Hizo del jab de izquierda su golpe más importante y dominante para mantener a distancia a su peligrosa rival y al mismo tiempo para iniciar sus ataques con veloces y certeras combinaciones al cuerpo y al rostro de su oponente, que nunca rehuyó al intercambio de golpes y presionó permanentemente a la mexicana.

    Sin embargo, la mejor estrategia de Juárez y su extraordinaria puntería la guiaron a un triunfo inobjetable y claro, además de histórico pues logró su tercer campeonato mundial en diferentes divisiones.

    A los 37 años de edad, Mariana Juárez ofreció una de sus mejores actuaciones. Su desempeño fue sobresaliente y brillante. Hizo lucir sus virtudes técnicas y elegancia para hilar golpes de diferente manufactura, ganchos y rectos de izquierda y de derecha que dibujaron trazos finos 
    y definidos. El cuadrilátero de seis metros le quedó chico a la “Barby” porque su figura se agigantó en cada round y en cada minuto de combate. Los 53 kilos que registró en la báscula para esta pelea significaron sólo el cumplimiento de la más elemental obligación que tiene una  boxeadora porque arriba del ring el peso específico de Mariana Juárez fue mucho mayor que su peso corporal.

    La llamada “Barby” brilló con luz propia en esta improvisada, majestuosa e histórica Arena de Boxeo.

    TEMAS

    COMENTARIOS

    Selección de los editores