Djokovic, y su dominio absoluto

Las expectativas que existían previo al Abierto de Australia fueron superadas por quienes levantaron el trofeo, tanto en mujeres —con Aryna Sabalenka ganando su primer torneo de Grand Slam— y en hombres con Novak Djokovic, quien por décima ocasión gana el torneo, desatando la pasión que causa el serbio como uno de los atletas más controvertidos en muchos años.

Lo de Sabalenka —tenista de Bielorrusia y con 24 años— es de llamar la atención, por la forma en que se ha transformado, lo mucho que ha mejorado, utilizando la potencia en todos y cada uno de los golpes. Su servicio ha mejorado mucho y aquella jugadora que tiraba dobles faltas al por mayor, ya no existe; ahora, su servicio es arma letal y sus adversarias no le aguantan el ritmo. Aryna comentó: “Es el mejor día de mi vida”. Su juego efectivo, al filo de la navaja, con golpes de alto riesgo, la convirtió en la tenista más efectiva en Australia, derrotando en un partido digno de gran final a Elena Rybakina, campeona de Wimbledon 2022. Las mujeres, guapas y ganadoras, ofrecen grandes partidos, siendo difícil pronosticar quién puede ganar el torneo. Esta vez, Sabalenka demostró que es Aryna de otro costal.

Lo de Novak Djokovic es algo fuera de lo normal, obteniendo su décimo título en Australia, aunado a su situación siempre polémica, por reclamos de toda índole, debates con su propio entrenador, problemas de deportaciones, suspensiones, con malos entendidos con los medios de comunicación. Por ser en ocasiones incomprendido, por su manera de pensar y por tener una personalidad diferente, es único y vuelve a destrozar récords, muchos impuestos por él mismo.

El primer Grand Slam de 2023 es para el serbio, quien —emocionado— dijo: “Este es el mejor triunfo de mi vida”. Nole, a quienes sus seguidores lo apoyan con una pasión desbordada, selló su actuación venciendo al griego Stefanos Tsitsipas en tres sets consecutivos, duelo lleno de emoción y entrega, donde pudimos apreciar un partido memorable, con dominio absoluto del serbio sobre un Tsitsipas que cada vez —a sus 24 años— se consolida, estando muy cerca de ganar un Grand Slam, lo que se le ha negado ya en dos ocasiones.

A Nole, a sus 35 años, le queda mucha cuerda para continuar ganando Grand Slams, importándole muy poco ser el número uno del mundo, lo cual de todas maneras consiguió ganando en Australia.