Edwin Díaz, amo de Nueva York; pone a bailar a los Mets
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NUEVA YORK.- El sonido de las trompetas retumba y las puertas del bullpen se abren para darle paso a Edwin Díaz, el cerrador más dominante de las Grandes Ligas.
De ser blanco de constantes abucheos y señalado como una mala adquisición, el derecho puertorriqueño es el jugador sensación de la Grand Manzana con los Mets de Nueva York, apuntándose electrizantes salvamentos con regularidad.
Durante una temporada alucinante, Díaz ha ejercido un dominio avasallador sobre los bateadores, firmando estadísticas récord, con lo que los Mets se han despegado al frente de la División Este de la Liga Nacional. Y su nombre suena en el debate por el premio Cy Young.
“La manera cómo se ha transformado y maximiza lo que puede hacer ha sido realmente especial”, dijo el toletero de los Mets Pete Alonso. “Tenemos la certeza de que cada vez que Eddie recibe la pelota, pues va a cerrar la puerta”.
Además de su trabajo en el montículo, la reciente popularidad de Díaz en Queens obedece a la canción que suena previo a sus actuaciones: “Narco” de Blasterjaxx & Timmy Trumpet.
“¡A sonar las cornetas!” Es la consigna de los aficionados de los Mets desde sus casa hasta las gradas del estadio Citi Field cuando el equipo se apodera de la ventaja en el noveno inning.
La canción desata un jolgorio de dos minutos en cada confín del estadio. El Señor y la Señora Met — las mascotas del equipo — pretenden tocar trompetas mientras Díaz trota desde los jardines y calienta en el montículo. Jóvenes y viejos se ponen a bailar deleitados en las tribunas, aplaudiendo al son de la tonada e imitan a las mascotas usando las botellas vacías de cerveza y agua como trompetas improvisadas.
Evoca la película “Major League”, con Ricky “Wild Thing” Vaughn, saliendo desde el bullpen para “lanzar fuego” mientras la afición enloquece.
En Nueva York, la mayoría de los fanáticos de los Mets se ponen de pie y vibran con cada lanzamiento de un Díaz que suele ponchar a los tres bateadores para asegurar otra victoria.
Se ha convertido en una divertida y frecuente escena en Nueva York esta campaña y que se hizo viral este último fin de semana, luego que el boricua se acreditó tres salvamentos en una importante serie contra Atlanta.
El único inconveniente se dio la noche del jueves, cuando le tocó lanzar antes de lo habitual en el octavo. Quizás sorprendidos con las promociones que se mostraban en las pantallas, el personal del estadio no puso “Narco” hasta que Díaz ya estaba en la lomita.
“Traté de correr al mismo ritmo de la canción”, dijo bromeando.
Dueño del cariñoso apodo de “Sugar”, el derecho amaneció ayer con un promedio de efectividad de 1.39 con 26 rescates en 29 oportunidades este año. Tiene un WHIP de 0.86 con 91 ponches en 45 1/3 innings, siendo seleccionado como el mejor relevista de la Nacional en los meses de junio y julio.
Combinando su control con rectas de 100 mph y sliders de 92 mph, Díaz ha sentenciado por la vía del ponche al 52.9% de los 172 bateadores que ha enfrentado esta temporada — la tasa de ponches más elevada de un relevista al cabo de 45 apariciones en la historia de las Grandes Ligas. Promedia 18.07 ponches por cada nueve innings. Ningún otro relevista excede los 16 por cada nueve.