¡En un mundo de ‘MACHOS’, Jackie Nava se impuso!
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El mundo del boxeo es sin duda misógino, de “machos” y definitivamente muy poco amigable para el boxeo femenil; sin embargo, algunas guerreras como Jackie Nava lograron hacer historia, a pesar de todo.
Después de 39 victorias, cuatro derrotas y cuatro empates, con 16 despachadas por la vía del cloroformo, Jackie colgó los guantes, pero no como una peleadora más, el retiro de La Princesa Azteca cierra un ciclo y una carrera de Salón de la Fama.
Laura Serrano, Ana María Torres, Mariana Juárez y, por supuesto, Jackie Nava, son las guerreras mexicanas que abrieron el sinuoso y difícil camino del boxeo femenil en México en sus inicios, todas ellas vivieron desprecios, burlas, pero sobre todo una paga vergonzosa, que, hasta la fecha en muchas ocasiones comparado con la entrega total de las mujeres en el cuadrilátero, es una remuneración que da pena, es grotesca e irrespetuosa.
Platicando con Jackie a horas de su retiro, fue muy clara e incisiva con respecto al tema de buscar dignificar al boxeo femenil, demostrando una técnica superlativa y un corazón a prueba de todo; el legado de la tijuanense cobrará mas valor día a día y generación tras generación, cuando las herederas de la Nava recuerden con gratitud todo lo que Jackie hizo por las boxeadoras arriba y abajo del encordado.
Mi experiencia con Jackie es simplemente una delicia, cubrí su carrera, narré parte de ella y además tuve la fortuna de compartir micrófonos con la legendaria guerrera. Jackie, sin duda, es mucho mejor como ser humano que como
boxeadora.
Jackie: desde aquella noche del 29 de mayo de 2001 en Honolulu, hasta el 1 de octubre en tu amada Tijuana, diste todo en el ring y en tus preparaciones; tu 1.60 de estatura en el ring parecía de más de 2 metros, tu estatura boxística paralizaba a tus rivales, embelesaba a los fanáticos, a tus colegas y a aquellos que tratábamos de describir tu boxeo narrando tus proezas, mismas que rayaban en la perfección.
Yo no puedo decir que te voy a extrañar en el ring, pues sería egoísta de mi parte pedirte más y a la vez robarles tiempo a tus hijas, que merecen a Jacqueline Nava Mouett, su madre, de tiempo completo.
Disfruta a tu familia, sigue celebrando la vida con tu
sonrisa y motivando con tus cuadritos en el abdomen a todos los que te siguen.
Espero que disfrutes horas y horas tarareando las canciones de “la Durcal” y disfrutando de tu marido, pero sobre todo que te sientas muy feliz de lo que nos dejas.
Que los dioses del boxeo te llenen de bendiciones... ¡y nuevamente muchas gracias por todo, Jackie querida!