Frida Hansdotter se impone a Mikaela Shiffrin en el slalom y se lleva el oro
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Tras ganar el jueves el oro en el slalom gigante, Shiffrin era amplia favorita a repetir hoy en su prueba preferida, la que ya había ganado en Sochi.
La sueca Frida Hansdotter provocó hoy uno de los mayores impactos desde que comenzaron los Juegos Olímpicos de Pyeongchang al imponerse en el slalom, la prueba preferida de la estrella del esquí alpino estadounidense Mikaela Shiffrin, que se quedó fuera de las medallas.
Hansdotter, ganadora de cuatro etapas de la Copa del Mundo en slalom en su carrera, finalizó segunda en las dos mangas, pero un tiempo acumulado de 1:38,63 minutos le alcanzó para colgarse el oro, con cinco centésimas de ventaja sobre la suiza Wendy Holdener, líder tras la primera bajada.
El bronce fue para la austríaca Katharina Gallhuber, que tras terminar novena en la primera serie, completó el recorrido más rápido del día con 48,83 segundos para conseguir el bronce y desplazar del podio a Shiffrin, cuarta a 40 centésimas de la ganadora.
Tras ganar el jueves el oro en el slalom gigante, Shiffrin era amplia favorita a repetir hoy en su prueba preferida, la que ya había ganado en Sochi. Cómoda líder de la Copa del Mundo, donde esta temporada ganó seis competencias de slalom, la estadounidense no parecía tener rivales que la pudieran vencer.
Sin embargo, la tres veces campeona del mundo en slalom se mostró vulnerable en la primera serie, con el tercer registro y una confesión que podía presagiar lo que vendría. "Fui muy conservadora", reconoció entre ambas mangas, además de afirmar que se sentía un poco cansada después de la premiación del jueves.
Más tarde, se mostró incluso más conmovida. "Por supuesto que decepcionada", respondió Shiffrin sobre sus sentimientos. "Realmente no me sentí yo misma. Estuve intentando recuperar buenas sensaciones, pero simplemente no estaba allí para esquiar de la manera agresiva que necesito para merecer una medalla", dijo la estadounidense, que se quedó a ocho centésimas del podio.
"Es un gran problema porque sé cómo he estado esquiando durante toda la temporada. Volveré a casa y evualuaré lo que pasó", añadió la esquiadora de 22 años, que consideró que se conjugaron varios factores para el resultado. "Hay muchas razones. Es difícil echarle la culpa a una cosa, hay muchas cosas que se combinaron", resaltó.
"Ayer luché por la medalla y salí por el lado correcto y hoy estuve peleando, aunque no del modo que quería, y llegué al lado equivocado. Al final, alguien tiene que salir cuarto", destacó.
Más allá de las razones de Shiffrin, Hansdotter aprovechó la ocasión con dos series casi calcadas que le valieron el oro. En una temporada en la que no ganó ninguna carrera de la Copa del Mundo, la sueca consiguió en Pyeongchang el mayor logro de su carrera, justo con la rival más poderosa enfrente.
"Sabía que sería difícil, Mikaela ha estado muy fuerte esta temporada", reconoció la sueca. "Quizás me ví un poco sorprendida. Es bueno para mí vencerla por una vez después de tantas tantas veces que me ha derrotado", recordó Hansdotter, que aseguró que corrió con una sonrisa todo el tiempo.
"Desde el comienzo de las dos carreras sentí que era muy divertido. Tuve una sonrisa e intenté esquiar lo más rápido que pude", aseguró la atleta, que consideró su amor al esquí la fuente de inspiración para conseguir el oro en Pyeongchang.
"Me encanta esquiar y me encantan las carreras. Poder esquiar a este nivel es muy divertido y ahora me llevo a casa una medalla de oro. Fue mucho trabajo y muchos años, pero valió la pena cada minuto cuando estoy parada acá", comentó la nórdica, la segunda deportista de su país en ganar un slalom olímpico junto a Anja Paerson, que lo hiciera en 2006.
Hasta ahora, Hansdotter tenía el quinto puesto en el slalom de Sochi como mejor actuación olímpica, mientras que en los Mundiales acumula tres podios, con el segundo lugar en Beaver Creaks 2015 y los terceros puestos en Schladming 2013 y St. Moritz 2017.
Para Holdener, que tuvo el triunfo en sus esquís al partir con ventaja en la segunda carrera, la plata no fue una decepción. Más bien todo lo contrario: "Si me hubieran preguntado esta mañana sobre la medalla de plata, habría hecho este signo (levantó los pulgares) y seguro que lo habría tomado”.
