La ilusión renace en Atlanta con la reinvención de Matt Ryan
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El veterano quarterback ha forjado una gran campaña desde el inicio con números que, de mantenerlos, podría perfilarse sin duda a convertirse en el Jugador Más Valioso de la campaña
ATLANTA.- El domingo 13 de diciembre del 2015 era uno gris en Atlanta, y tanto Matt Ryan como el resto de los Falcons habían aterrizado en su ciudad con la sensación de haber tocado fondo. La humillante derrota por 38-0 contra los Panthers de Carolina, un archirrival divisional, era la sexta al hilo y mostraba a la perfección, como un prometedor arranque de la temporada con una marca de 6-1 se había convertido en un infierno en plena tierra.
Sin embargo, en la NFL siempre hay redención. Exactamente 10 meses más tarde, los Falcons volvieron a volar alto con un Ryan que es firme candidato a coronarse como MVP.
Números Indiscutibles
Es fácil ver a los Falcons ganar en Denver durante la Semana 5 y decir que son imparables en este momento gracias a las proezas de su quarterback. Después de todo, todos se van a arrodillar ante el trono del todopoderoso mariscal de campo si tu equipo lidera a la liga promediando 35 puntos por partido (37.7 durante su racha de 4 victorias consecutivas).
En Atlanta, hoy por hoy, le dices a un aficionado de los Falcons que Ryan puede convertir al agua en vino y te va a creer.
Después de todo, él es el líder indiscutible tras 5 jornadas en el rubro de yardas como pasador con mil 740, 247 más que su escolta Andy Dalton. Eso es un partido entero de margen. Su 69 por ciento de pases completados constituye la tercer mejor marca detrás de Brian Hoyer y Sam Bradford, pero Bradford y Hoyer son más conservadores promediando 7.92 y 7.81 yardas por pase respectivamente.
Esas marcas no son para nada malas y se ubican entre las 10 más destacadas, pero no se comparan a las 10.36 yardas por pase de un Ryan que es el único que siquiera roza los dobles dígitos. O sea, el veterano que atraviesa su novena temporada como profesional toma más riesgos que nadie con pases profundos y está dando un primer down con cada pase que lanza y es más preciso que 28 mariscales más cuidadosos.
Está bien, sus 4 rivales del año (Tampa Bay, Oakland, Nueva Orleáns, Carolina) contaban con 4 de las 10 peores defensas de la NFL durante ese periodo de tiempo, pero el creer que el éxito de Ryan y por ende la ofensiva de los Falcons sucede por casualidad o por enfrentar a defensas malas sería un error gravísimo.
Respuestas simples para problemas complejos
“Hay que ver lugares específicos. He utilizado esa estrategia cada vez más a medida que he ido madurando. No me preocupo tanto por donde los defensores deberían estar o donde van a estar o todas esas cosas. Simplemente tengo que ver lugares y diseñar la gran mayoría de las jugadas por aire basándome en localizarlos en vez de preocuparme por el marcaje”, dijo Ryan.
“En vez de ponerme a pensar si voy acá en esta cobertura o para allá, la mejor manera de combatir a la presión abrumadora que la defensa te produce con tantos jugadores híbridos es viendo lugares puntuales”, añadió.
Una jugada puntual contra los Panthers fue el ejemplo perfecto de la nueva filosofía de Ryan. Bueno, en realidad 2.
El partido iba 14-7 a favor de Atlanta en el segundo cuarto, pero los Panthers estaban agrandadísimos tras anotar un touchdown generado por una intercepción de Ryan. Esa confianza parecía incrementarse todavía más cuando un pase profundo a Julio Jones por la derecha se veía frustrado por el esquinero.
Dos jugadas después era tercera y 17 tras un sack. Los Panthers se relamían ante la posibilidad de otra intercepción, ¿pero qué hizo Ryan? Simple, volvió a buscar precisamente a ese mismo lugar y esta vez Jones parecía el correcaminos dejando en ridículo al coyote para una recepción de 53 yardas.
Persevera y triunfarás
A los Panthers era necesario salir a pisarles la yugular y así fue como los Falcons iban ganando 14-0 tras el primer cuarto y 31-10 después de 3.
Queda de más decir que nadie se acercó a sus 503 yardas por aire aquel domingo de la Semana 4. Si lo comparamos con sus 224 yardas, cero touchdowns y una intercepción en aquel 0-38 de la campaña pasada entonces es como hablar del día y la noche.
Su eficacia en el tercer down fue de 8 sobre 13 convertidos para un primer down, comparado con 4 de 14 durante aquella debacle. Digamos que él se transformó de tirador del Viejo Oeste a un cirujano con precisión quirúrgica.
El secreto de los corredores
Cuando, como Ryan dice, la presión defensiva es asfixiante, entonces la mejor válvula de oxigeno son tus corredores. Una jugada ordinaria te otorga entre 2 y 3 segundos para recibir el balón y ejecutar el pase, y el mariscal de los Falcons se ocupa de maximizarlos.
Tevin Coleman y Devonta Freeman, el tándem de corredores de Atlanta, utilizaron pases de corta y media distancia para convertirlos en grandes jugadas contra los Broncos. Coleman tuvo la tarde de su vida con 4 recepciones para 132 yardas y un touchdown, mientras que Freeman fue el tercer receptor más destacado con 3 balones atrapados para 88 yardas. Eso tampoco fue algo aislado, ya que Freeman fue el receptor líder con 5 recepciones para 55 yardas y un touchdown, con Coleman su escolta con 3 para 47 contra los Saints.
Eso quiere decir que Ryan encuentra el valor en lo simple y no necesita ser el héroe que lanza la bomba de 80 yardas todo el tiempo.
Esa también es la marca de un quarterback sabio y maduro que conoce tanto su fortaleza como sus limitaciones. Solamente Ben Roethlisberger tiene más touchdowns que sus 12, y sus 2 intercepciones lo posicionan para superar su mejor temporada, la del 2010 con 28 touchdowns y 9 intercepciones.
Aquel año los Falcons llegaron a los playoffs. Ryan se está encargando de que eso se repita con, quizás, el primer galardón como Jugador Más Valioso en su vitrina si sigue a este ritmo.